El Señor Es Mi Pastor
Salmo de David.
4 Aunque pase por el valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo;
Tu vara y Tu cayado me infunden aliento.
5 Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos;
Has ungido mi cabeza con aceite;
Mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa del Señor moraré por largos días.
No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo;
Tu vara y Tu cayado me infunden aliento.
5 Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos;
Has ungido mi cabeza con aceite;
Mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa del Señor moraré por largos días.
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