domingo, 26 de octubre de 2014

La mala funcion de los partidos politicos y la corrupcion


La multa impuesta al PNP, por fallas en la financiación de su campaña, demuestra una vez más la debilidad de la fiscalización de los fondos que reciben dichos partidos y como estos hacen trampas para burlar la ley, que los regula. Esto es una inmoralidad.
Prof. Pedro N. González

Recientemente  salió a la luz pública en informe de los funcionarios del auditor electoral, quienes encontraron graves fallos a los informes de gasto del PNP radicados ante la comisión estatal de elecciones, organismo que controla el funcionamiento de los partidos políticos, inscrito en nuestro país.
Esto demuestra en forma irrefutable que existe una práctica de violar la ley electoral sin ninguna inivision, usando mecanismo legales que son un claro reflejo de la necesidad de establecer nuevos mecanismo que permita una mayor acción del Departamento de justicia, contra aquellos que violan impunemente la ley sobre el financiamiento de las campañas políticas, se necesita una mayor celeridad en la Justicia, para acabar con la práctica que permite a los partidos políticos  hacerse trampas a sí mismos.
Y es que de hecho esto es una forma de corrupción, que se ha ido institucionalizando en nuestro sistema político, como algo común sin consecuencias legales. Excepto por la penalización  de una multa, que los partidos pagan sin reparo alguno. De esta manera se burlan de la ley y del pueblo.
Hay que dejar claro que esto no es nuevo en nuestro sistema electoral. Ahora lo importante en este caso particular es la existencia sistematizada de la corrupción de este partido, que lo ha llevado al poder en múltiples ocasiones, y allí implantan un sistema de corrupción, que les permite hacerse de fondos públicos, para financiar su campañas políticas a favor de la estadidad y de sus aspiraciones políticas.
Ese fue el caso de la Administración de Pedro Rosselló, donde más de 40 funcionarios fueron condenados por delitos relativos a la corrupción, el robo de fondos  públicos y la malversación de fondos públicos para fines políticos. Todavía no se le ha devuelto al pueblo de Puerto Rico un solo centavo de lo mal usado por estos funcionarios convictos por corrupción. Pero peor aún la acción del gobernador Fortuño y su combo, que se han beneficiado de este sistema de corrupción, y establecieron como practica el financiar sus campañas y gastar el dinero del pueblo haciendo viajes a los estados unidos, por funcionarios públicos que iban exclusivamente a hacer campaña a favor de la estadidad. El propio Luis Fortuño, uso los fondos del gobierno, para ir hacer campaña de recogido de dinero, para el Partido republicano y sus candidatos en distintos estados de los Estados Unidos, con la ayuda de LULAC, una organización que le sirve de grupo financiero  o mejor conocido como PAC, al partido republicano de los Estados Unidos. Luis Fortuño siguió el ejemplo de Pedro Rosselló y lo perfecciono, para evitar el poder de la justicia, el mismo ahora es empleado de una firma de abogados que fue beneficiado, con múltiples contrato con su gobierno y ahora ellos le pagan un millonario salario, para seguí haciendo política, desde allá para atacar a quien le derroto en las pasadas elecciones. Así lo vemos en todas sus acciones aunque el tira la piedra y esconde muy bien sus manos, usando a entidades políticas en los estados unidos que fueron beneficiadas bajo su administración.
 El mejor ejemplo es el caso de Doral, donde los  ejecutivos de su gobierno, hoy forman la cúpula directiva de esa institución, y se les concedió un reintegro de $239. Millones de dólares de forma muy cuestionable. Pero eso nadie en las esferas federales se les ocurre mirar, pues ellos también tienen mojados sus zapatos en este engañoso episodio de corrupción que permea en todas las esferas de ese partido, que se viste como un Manzo cordero, cuando en realidad  no es más que un lobo feroz. Y así es como la corrupción se va tragando a los partidos políticos.
Pero en nuestro país se vive de espejismos, del fanatismo que nos embobece, que nos nubla la vista y parece ser que nadie le importa el problema de la cultura de la corrupción. Lo resolvemos diciendo todos los políticos son iguales y todos son corruptos en mayor o menor grado. Nos estamos  acostumbrando a no darle importancia a este cáncer que está corrompiendo todos los niveles de nuestra sociedad.
Nuestra gente se encuentra sumergida en la preocupación mayor de nuestra  crisis económica que está agudizando la situación de desprotección social de una gran parte de nuestra sociedad, pero se le está olvidando quienes han provocado este caos y esta tragedia. Los culpables de este embrollo económico están por ahí campeando por sus fieros, como Juan por su casa, disfrutando de los beneficios del poder que se gestaron con la corrupción y todavía andan haciéndole daño a nuestro país través de organizaciones y entidades fuera de Puerto Rico, que sirven de frente a los ultraconservadores republicanos de los Estados Unidos. Esas personas debieran ser, encausados por sus actos de corrupción, enjuiciadas  y castigadas. Pues como el mismo Fortuño dijo “el  que la hace, que la pague.
La única forma de combatir la corrupción es combatiéndola en todas sus manifestaciones, para hacer cumplir la ley si evasivas ni contemplaciones, no importa quien viole la ley, pues ante la ley se presume, que todos somos iguales.


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