Corrupción,
politiquería y demagogia en la política puertorriqueña
Prof.
Pedro N. Gonzalez
Durante la pasada campaña eleccionaria el
candidato a gobernador por el PPD Hon. Alejandro García Padilla, centro su
campaña en proponer un nuevo modelo de gobierno para el pueblo de Puerto Rico,
un gobierno para el pueblo y para su gente, sin fronteras políticas y de libre
acceso y de transparencia. Su compromiso estaba centrado en rescatar la política
del fango de la mentira, el chantaje y la corrupción pública. Su compromiso de
limpiar la casa y devolver la confianza pública fue bien recibida por el
electorado que le favoreció, pese a la campaña más sucia y personalista que el
gobierno de Luis Fortuño llevo en su contra.
La agenda para liberar a nuestro pueblo de
la corrupción, de la mentira y el chantaje, que se produce en los medios de comunicación
que diariamente se prestan para seguir esa misma campaña de desinformación,
demagogia y mentiras que ahora la oposición mantiene con los miles de dólares que
le llevaron de los recursos del gobierno, como es el caso de Doral Mortgage,
quienes se unen al combo de la oposición
para gastar miles de dólares en publicidad para afectar la imagen del gobierno
de Puerto Rico en los mercados financieros de los Estados Unidos.
La gente común piensa que está bien robar
fondos del gobierno, siempre y cuando se
hagan obras que beneficien de alguna manera al pueblo, como fueron los súper
proyectos de la administración Resello, el tren urbano, el súper tubo y la
tarjeta de salud., solo por mencionar algunos ejemplos... Pero quienes así
piensan se les olvida lo que dice las sagradas escrituras sobre los ladrones,
mentirosos, corruptos, y estafadores políticos, si no se arrepienten no se salvan. Hay en nuestro país mucha gente
buena que esta confundida tratando de justificar el fracaso y el
desmoronamiento de la política. Y como consecuencia la gente ha ido perdiendo La CONFIANZA en la política, en los partidos políticos,
y peor aún en nuestro sistema de gobierno. Gracias al fango de la corrupción generalizada, que ahora
no solo arropa la rama ejecutiva si no también la rama judicial, que esta tan
politizada, que más bien parece un gallinero alborotado, más que un sistema de
justicia, para todos por igual.
Tenemos que aceptar que la responsabilidad
es compartida entre rojos y azules, que han tenido control del gobierno durante
los últimos treinta años de gobierno. Nuestra cultura política es dominada por
una nueva oligarquía controlada por los
grandes intereses de las finanzas y el
comercio en nuestro país, a los que
conocemos como los inversionistas políticos, que han afectado severamente la "gobernabilidad" de nuestro
pueblo, hipotecando nuestro pueblo con una deuda pública que ya es impagable y
que nos pone al colapso de nuestro sistema financiero. Estos nuevos clanes
sociales que dominan la política partidista en Puerto Rico, por ser sus
financiadores son los dueños de
corporaciones transnacionales que controlan los mercados financieros de
los Estados Unidos.
Ellos son el cáncer de esta gran enfermedad
que está en un estado de metástasis que
afecta todo nuestro sistema democrático de gobierno. Y Por eso decimos que la política en nuestro pueblo ha caído en
desgracia y su popularidad está en su punto más bajo en toda su historia.
En Puerto Rico no se termina la lucha política
cuando se hace público el resultado electoral, no le damos oportunidad al nuevo
gobierno para realizar su agenda de gobierno y se arrecia la campaña como si
mañana fueran las próximas elecciones, para eso se duplican los esfuerzos publicitarios
con el fin de desprestigiar todo lo que
hacen los nuevos gobernantes.
Por eso la política en Puerto Rico se ha
convertido en algo despreciable para
casi todos y su deterioro parece interminable. Pero no podemos permitir que
esto sea así, pues la política debiera ser el vehículo más eficaz para mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo.
No podemos permitir que el abuso de poder
que los pasados gobernantes y sobre todo de la administración de Luis Fortuño,
quienes usaron los recursos del pueblo para sostener su poder político y que al
finalizar su gestión pública cargaron su arsenal de privilegios personales que
hoy les permite, mantener una campaña sistematizada de descredito contra el
gobernador Alejandro García padilla, que sigan teniendo impunidad por sus actos de
abuso de poder y corrupción pública.
El pueblo no puede olvidar quienes le han
hecho tanto daño a nuestro país y a nuestro sistema político, es tiempo de devolverle el verdadero y único valor positivo
a la actividad política, para el bien de nuestro país y de las futuras
generaciones. Respondamos al llamado del gobernador con esfuerzo colectivo,
uniendo nuestra voluntad y esfuerzo para combatir este mal que afecta nuestro presente,
será mejor construir nuevos medios para un mejor futuro.
Prohibido olvidar quienes han usado el
poder para su beneficio personal e ideológico. Todos sabemos dónde está la corrupción,
ya lo dijo un famoso fiscal federal, y no se equivocó. La corrupción en Puerto
Rico tiene nombre y apellido…
No hay comentarios:
Publicar un comentario