Un
llamado al dialogo, al respeto en el discurso político en Puerto Rico
Prof.
Pedro N. González
El discurso de los proponentes de la
estadidad es un discurso dirigido al
fanatismo ciego que solo aviva las ilusiones e ideales de la gente para
prometerle lo que es imposible, aprovechándose de la miseria de la gente,
dejando afuera absolutamente toda la razón y la lógica en la toma de decisiones
, los nuevos maestros y estrategas de la
estadidad juegan con la necesidades de
nuestro pueblo, para sencillamente imponer una dictadura ideológica en la política
puertorriqueña, ellos juegan con la necesidades del pueblo se mofan de su
ignorancia, vendiéndoles el espejismo irreal,
de que con la estadidad vamos a resolver todos nuestros problemas de la pobreza
que vive este pueblo. A estos nuevos maestros les importa poco o nada la dignidad de las personas, promueven la
ignorancia y la desinformación para mantenerlos sometidos a la ilusión de la
abundancia de bienes materiales que podríamos obtener con un cambio de estatus.
Como si la estadidad fuera una barrita mágica, que borra nuestra precaria situación
económica y fiscal.
En su discurso, los padres de este
pensamiento cargan toda clase de frase hiriente y ofensiva, contra el
gobernador y el Estado Libre Asociado, todo clase de epíteto que puede
estigmatizar tanto al gobernador , como a nuestro régimen político, sin
contemplaciones y sin respeto a la gente que en su mayoría respalda las gestiones de su gobernante y del presente
régimen político, que el pueblo libremente a respaldado atraves de toda su
historia política y pretende esconder las atrocidades políticas que sus
gobiernos ha cometido durante su incumbencia
en el poder, como si ellos no fueran responsable de la gran mayoría de esta
crisis que hoy nos toca vivir como pueblo. El cinismo de estos maestros de
haber saboteado en todo lo posible la capacidad de gobierno del ELA y la desmantelarían
de sus instrumentos de crecimiento, como fueron los sistemas de incentivos bajo
la cláusula 939 del servicio de rentas internas de los Estados Unidos y el
acoso sistemático de las agencias federales sobre la autonomía fiscal del
Estado Libre Asociado, son la evidencia del doble discurso que ellos le
presentan al pueblo, cargado de tanta violencia verbal y de cinismo y ofensa
contra quienes no comparte su forma de pensar. Ellos dicen creer en la
democracia, pero sus acciones son un reflejo fehaciente de que no la respetan,
para ellos la democracia funciona, solamente si ellos tienen el poder. Los
maestros de la nueva escuela de la estadidad le han perdido el respeto a los
procesos sociales que promueven el intercambio de ideas, la razón y la lógica.
Este movimiento estadista se ha proclamado dueño de nuestra libertad y de
nuestros derechos como pueblo, no tiene el mas mínimo sentido de respeto por la
discusión sosegada de los problemas de nuestro pueblo, sus argumentos están cargados
de falacias, sueños e ilusiones utópicas de una estadidad, del
cual ellos son los únicos que la mencionan, dentro de todo el continente de los
Estados Unidos.
Los maestros de la estadidad viven de la ilusión
de levantar paciones en sus electores, aun a sabiendas de que estas no
tiene valor alguno pues son contrarias a
toda razón y lógica de la verdad, que es que nadie le puede garantizar que seamos aceptados como
un Estado Federado, simplemente porque lo hallamos así solicitado.
El fanatismo iluso, ilógico y arrogante de
este sector ideológico, vive solo de esas pasiones momentáneas, que solo
promueve el desprecio a las personas que no les respaldan en sus pretensiones, y
descargan todo clase de odio hacia los que ellos consideran sus adversarios, o
sea todo el que no sea estadista Esta mentalidad de las personas que no son
capaces de respetar las demás personas y las ideas de quienes no forman parte de
su clan, son un riesgo para la seguridad de todos los hombres y mujeres de
nuestro país, que exigen una forma de
gobierno digna, y que nos permita mantener una mejor calidad de vida.
Nuestro pueblo tiene que salir de este
discurso ideológico que nos divide, debemos promover el dialogo y el consenso,
el esfuerzo colectivo para enfrentar como gente civilizada los retos de los
tiempos difíciles. Tenemos que caminar la milla extra para rescatar la discusión
política de este sectarismo ideológico, que nos hunde, que nos divide y nos
impide echar pal ante. Todos somos Puerto Rico, Rojos, Azules, Verdes o de
cualquier otra ideología, todos sufrimos las consecuencias de nuestros errores
y malas decisiones, no importa quienes tengan más o menos culpa, todos nos afectamos
iguales. Hay que rescatar el sentido colectivo que nos une como pueblo, tenemos
que trabajar juntos por nuestro porvenir, tenemos que tratar de hacer que
nuestras instituciones funcionen como debieran de funcionar. Tenemos que
rescatar el nivel de nuestro debate político, respetar nuestro sistema de derecho,
nuestra constitución, aunque no nos guste, es el único instrumento que tenemos
al presente, tenemos y debemos promover que se discutan las ideas y no que se
promueva el insulto la ofensa y la mentira.
Basta ya de tanto odio contra la figura del
gobernador, no se olviden amigos estadista, el que a hierro mata, a hierro
muere. Quien siembra odios cosecha sus tempestades.
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