¿Quiénes abandonaron el barco demócrata en
las pasadas elecciones y porque?
Simplemente algunos breves comentarios...
Prof. Pedro N. González
Los hispanos, desengañados por no ver
abierta la inmigración; las mujeres maduras, inquietas por sus familias y los
jóvenes, por no ver el futuro claro, A
quienes quisieron castigar; a sus congresistas, senadores y gobernadores, que
no le atendieron en sus reclamos a corto plazo. Pero la culpa no es sola de los
electores, la gran responsabilidad de las derrota demócrata recae sobre los
propios candidatos, quienes usaron la estrategia de alejarse del presidente,
para que su baja popularidad
supuestamente no les afectara en sus aspiraciones, lo cual creo fue un error
imperdonable, porque si en vez de apartarse del presidente le hubiesen
defendido, de lo que él había hecho bien si lo hubiesen defendido con
verdadera pasión al presidente Obama, los resultados tal vez hubieran sido muy
distintos y las cosas no les hubiera salido tan mal, pero en la política los
errores de los candidatos no pueden ser subsanados por ninguna estrategia, pues
tiene un impacto irreversible. Tal vez pensaron que a veces perdiendo se gana.
Bueno al mejor cazador se le pasa la liebre. De hecho ya es muy tarde para ablandar
las habichuelas Ahora que se atengan a
las consecuencias de sus decisiones.
Las consecuencias realmente las sufrimos
todos los que vivimos en este país, el avalentamiento de la victoria
republicana va presentar, un ambiente de mucha confrontación en las esferas del
gobierno en Washington, entre el
Presidente Obama y el nuevo congreso con una agenda para desmantelar la reforma
de salud de la administración. La cual ellos consideran innecesaria. Veremos a
ver qué pasa, quienes más se van afectar son las personas más pobres, los de
menos recursos, las clases marginales, que reciben parte de estos beneficios,
lo más importante es la preocupación que esto genera en cientos y miles de
personas y la inestabilidad que se habrá de generar en esta confrontación entre
el poder ejecutivo y el poder legislativo, definitivamente se asoman tiempos de
mucha inestabilidad para la tranquilidad
de nuestros conciudadanos. Inestabilidad que de alguna manera podría dar pasó a
que nuestros enemigos externos traten de intensificar el terrorismo y el caos
en nuestro país.
La agenda del cambio de poder tendrá sus
impacto en nuestra economía, que recién se recupera lentamente de la crisis que
ellos mismos crearon bajo la administración de George W. Bush, y que todavía
estamos en etapa de sanación, pero no
totalmente recuperados. Esta nación vive en estado de pesimismo sobre los
efectos que viene generando la pasada crisis económica, que marco una brecha
sustancial en el nivel de pobreza en todos los sectores del país, y que deja
una estela de desconfianza sobre la calidad de vida de sus familias y de sus
futuras generaciones.
Y los planes del nuevo congreso no parecen
ser muy halagadores, hay que esperar a ver cuáles son sus soluciones ante
este problema. Si más allá de la alegría
de los que triunfan y la pena de los que fueron derrotados, lo único seguro es
que se asoman dos años de muchas luchas conflictos entre los diferentes
sectores del poder político en esta nación. Aquí comienza la carrera para
buscar quien habrá de suceder en el poder la época de Barack Obama, Quien será
el próximo o la próxima presidente de esta nación…
Los dos próximos años van a ser de búsqueda
de ese hombre o mujer. La carrera está abierta y sólo puede decirse que va a
ser de confrontación o de cooperación. Con riesgos para todos. Si los
republicanos centran sus esfuerzos en destruir el legado de Obama -cancelar su
seguro nacional de enfermedad o enviar de nuevo tropas a Oriente Medio- pueden
encontrarse con un inesperado efecto bumerán. El país no quiere revanchas,
quiere que se gobierne bien, es decir, buscando el bienestar y seguridad de
todos.
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