miércoles, 7 de enero de 2015

celebramos el aniversario de la Partida al Cielo de Don Nicasio Loperena


Dedicado a mi suegro Nicasio Cachito Loperena en el aniversario de su partida al cielo, que es nuestra Jerusalén.

Poema
 “El día que te deje marchar, sin decir adiós…”

Querido Suegro, sé que allá en el cielo tú me podrás escuchar;
Me quisiera disculpar por dejarte marchar, sin decirte un simple adiós,
Me reúse a aceptar que te tenía que marchar, esa palabra adiós no estaba en mi agenda,
No la podía pronunciar, solo podría pensar,
Nos veremos de nuevo.
Fue un momento de mucha incertidumbre, cuando ya tú te marchaba,
Cada cual buscaba un lugar para llorar,
Y yo me quede a esperar a que todos se calmaran,
Paso un tiempo sin decir nada,
Recorrí en ese momento, tantos momento de luchas,
De las cosas que se quieren,
De las cosas que se aman,
De las huellas que has dejados, en todas nuestras vidas.


No tuve tiempo de hacer una despedida,
No tenía yo respuesta, para poderme expresar
Todo lo que habíamos vivido,
En tu alegre caminar, no podría imaginar lo fuerte de este momento,
Y solo saque un momento para poder recordar,
Lo mucho que nos había enseñado,
No lo puedo yo olvidar;
La vida es una escalera que tenemos que escalar
Cada peldaño que alcanzamos,
Son las huellas que dejamos en la vida,
 Para que algún día en el cielo,
De Dios recibamos recompensa,
Por todo Lo bueno que hacemos,
En nuestro peregrinar por la vida
Pusiste tu corazón, en todas tus intenciones
Verdaderamente fuiste una persona especial,
Que hiciste que tanta gente, se sintieran apreciadas,
Y a todos tu trataba con respeto y comprensión,
Haciéndoles sentir que su opinión es Importante.
 Supiste con picardía hacer sentir bien a tus amigos,
Ejemplo siempre nos diste vivir con alegría la vida,
Haciendo que tú presencia, hiciera la diferencia,
Entre las penas y las alegrías, que no nos podían faltar.

Ahora que te has marchado a descansar en cielo,
Quisiera decirte primero lo mucho que te extrañamos
Que si en algo te fallamos, hoy te pedimos perdón,
Y de todo corazón, te decimos en este día,
Que nunca nos despedimos, pero no fue por indiferencia,
Fue por no dar un simple adiós, solo un simple hasta luego,
Yo sé que allá en el cielo tú lo puedes comprender,
Pues en todo momento tú vives en mis recuerdos,
 Como un ser muy importante en nuestra forma de ser,
Y prefiero siempre verte con aquel recuerdo grato,
De tantos momento buenos, que yo sé que desde el cielo, nos envía bendiciones,


Ahora que tu no estas con tu física presencia,
Nos queda en nuestra conciencia tus grandes lecciones,
Que repica en nuestro interior momentos de sintonía,
Que nos parece ver que en algún Lugar no Lejano Te estas allí riendo.,
De lo que está sucediendo en nuestra vida terrenal,
Pues mucho nos enseñaste, que en la vida hay que estar,
Siempre uno preparado, para poder enfrentar,
Los avatares de la vida, pues el fruto de la vida,
Es aprender a soportar lo que el destino te quite,
Y no se puede evitar ya que la vida es simplemente,
El esfuerzo de nuestro caminar.

Gracias cachito, por tanta y tantas lecciones,
Sé que en el cielo mantienes siempre esa cara sonriente de frente  a la luz,
De un Dios que te ha sabido recompensar,
Por ser siempre un siervo bueno de Dios.
Arriba los corazones, que viva siempre la alegría.
Ahora te decimos una vez más, hasta luego...
 El Resultado De La Vida Es El Fruto Del Esfuerzo De La Nuestra.
Te recordamos siempre con tu cara sonriente Y esa eterna mirada alegre.
 Recordaremos siempre tu frase mágica: “Siempre Puedes Contar Conmigo “
Para lo que sea, cuenta conmigo”

Gracias Don Cachito, que en paz descanse.



Pedro N. González        01/08/2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario