viernes, 19 de septiembre de 2014

Los valores eticos y morales

La crisis moral y ética que vive nuestro pueblo, afecta sustancialmente todo nuestro quehacer social y a todos los niveles de nuestra sociedad, tanto en lo político, lo religioso como en lo económico.

Prof. Pedro N. Gonzalez

Es qué la  moral y ética se pueden considerar como los aspectos más sustantivo del proceso educativo del ser humano. Pues el desarrollo humano depende fundamentalmente de las ideas, valores, prácticas, relaciones e instituciones comunitarias y sociales en las que crece la persona, la escuela incluida. Las ideas y valores (la cultura) de la comunidad funcionan como expectativas que la persona debe aprender, es decir interiorizar por medio de la interacción social. Las expectativas sociales se convierten en necesidades, intereses y capacidades que nos definen como seres humanos. El principio de la esperanza en el que nos hemos formado nos dice que aunque el ser humano está condicionado por su ambiente socio-cultural, puede mediante su pensamiento y acción entender, criticar y transformar su relación con dicho ambiente y con ello a sí mismo y a su ambiente.
La sociedad moderna vive en proceso continuo de profundas transformaciones económicas, sociales, políticas y culturales, que marca una constante crisis de valores que se refleja en todos los niveles de nuestra  sociedad, y a todos los niveles de nuestro sistema social, inclusive nuestros  niños, jóvenes y adulto, con actitudes y comportamientos alejados de los valores morales que eran parte de la cultura social de nuestros pueblos, que lo distinguía por sus  principios de civismo y responsabilidad social.
Todos estos estilos de vida fácil que se refleja en la delincuencia, la agresión y la violencia, el uso de drogas, alcohol y tabaco. Vemos con gran tristeza como nuestra sociedad va viviendo unos  estilos de vida egocéntricos, marcado por  consumismo desmedido, que refleja esa falta de responsabilidad para atender  las necesidades profundas de sí mismo. Se percibe en todo nuestro ambiente  un profundo desprecio hacia los demás, que afectan sustancialmente la sana convivencia social, la paz y la justicia. Esto es el más claro signo de esta profunda y permanente crisis social que vive nuestro pueblo en pleno siglo 21.Vemos con gran pena como estos principios éticos, cívicos y religiosos comienzan a languidecer en las personas y nos va minando nuestra capacidad para aprender a  vivir juntos y poder entonces desarrollar y fomentar  nuevas mentalidades, nuevas estructuras conceptuales, nuevas actitudes que nos permitan ser sensibles a nuestra responsabilidad dentro de lo que representa el bien común.
Nuestra gente no ha acabado de entender que vivimos momentos difíciles en nuestra historia como pueblo, que requiere que todos comencemos a  reconocer  cuales son las necesidades más apremiantes a las que debemos atender con urgencia, para poderlas atender, hay que primero entenderlas, para  luego entonces buscar el consenso en forma reflexiva, creativa y crítica, poderlas resolver.


Se hace necesario comenzar un dialogo dentro de  nuestras familias, en nuestros vecindarios en nuestras comunidades. Para enfrentar la parte de la crisis que nos afecta a todos. Tenemos que dar paso el esfuerzo creativo, a la unión de voluntades, para que no se pierda lo más valioso de nuestra sociedad. Nuestro valores éticos y morales. El llamado para que juntos en nuestras comunidades se inicie el desarrollo de valores éticos y morales de forma deliberada y coherente, con nuestro ejemplo más que con nuestras palabras. Hay que re educar para que se puede recuperar el verdadero significado  de lo moral y lo ético, comencemos en casa,  eduquemos a nuestros niños y jóvenes ahora, luego podría ser muy tarde.


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