martes, 23 de septiembre de 2014

El patriotismo simbolico de los estadistas


Prof. Pedro N. Gonzalez
Hay gente que quiere despachar el asunto de la incorporación de Puerto Rico a la nación americana, como un mero asunto político y económico, pues no reconocen el valor cultural de nuestra identidad nacional, como pueblo hispano parlante y latino americano. Quisiera comenzar por recordarle a el ex presidente de la universidad, que nuestro pueblo, es y constituye una nación, por derecho propio, somos un pueblo con nuestra historia y nuestra cultura, con nuestra propia lengua, nuestro propio y único sentido de ser, somos el pueblo de Puerto Rico, no somos como el cree un grupo de ciudadanos americanos que vivimos en Puerto Rico. Somos la nación Puertorriqueña.
Primeramente quisiera dejarle claro que la poderosa fuerza económica de la nueva globalización no ha podido eliminar el concepto de  nación, ni el nacionalismo. La gente como el Dr. Saldaña no puede entender que la economía, producción y el consumo, están marcado por las relaciones históricas nacionales. El nacionalismo no ha desaparecido, como tampoco han desaparecido las fronteras, los Estados ni las naciones. Por ejemplo en américa latina las fuerzas transnacionales de la economía mundial sobre todo de Estados Unidos e Inglaterra  han penetrado las economías de esta región pero no han podido eliminar los espacios sociales y culturales, de los países que componen esta región de américa.
Permítame aclararle a este nuevo sesudo líder estadista, que no confunda la gimnasia con la magnesia, La cultura de los pueblos es el vínculo entre su pasado y el presente, no es un patrimonio que pueda ser esquilmado como un objeto o una mercancía. Los patrones culturales e históricos son las que definen las relaciones y actuaciones de las sociedades. El nacionalismo no es una reminiscencia del pasado, es un sentimiento de identidad colectiva que se convierte en una resistencia y oposición a transgresiones de lo común y nacional. Esto es, la identidad nacional no pertenece al Estado, sino a las capacidades integradoras de cada sociedad civil, de la naturaleza de las naciones, de su constitución social e histórica, imaginar que son similares en causas, devenir y consecuencias, es un equívoco su sacralización o satanización.
La posibilidad de que la integración de Puerto Rico a la nación americana como propone la nueva escuela estadista representa para nuestro pueblo un proceso irreversible de la perdida de nuestra  identidad social y nacional, la pérdida de nuestra  soberanía cultural, deportiva y financiera, que tenemos actualmente bajo el régimen del Estado Libre Asociado, procesos que son de carácter irreversibles una vez integrados a la nación americana, desaparecemos como pueblo, para nacer como un estado de la nación americana.

No es que el pueblo de Puerto Rico quiera separarse de los Estados Unidos, es que el pueblo de Puerto Rico, al Igual que Escocia reclama de los Estados Unidos, los espacios para poder crecer económicamente, sin la injerencia y el control absoluto del poder congresionales, que nos impide ejercer el derecho a la auto determinación política que ellos mismos se comprometieron a respetar. De eso es que se trata. Toda la agenda estadista está fundamentada en medias verdades, que no son más que puras mentiras. Este pueblo está cansado de tanta demagogia y tanta desinformación. El congreso de los estados Unidos va tener que hacer como el parlamento Ingles, reconocer que es necesario hacer cambios a las relaciones que se dan entre Puerto Rico y Estados Unidos antes que se les haga muy tarde.

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