jueves, 19 de febrero de 2015

Reforma contributiva


Reforma contributiva, es más que impuestos. Aquí se nos va la vida como pueblo.
Prof. Pedro N. González
Nuestro pueblo vive sumergido en una lucha política partidista e ideológica que no permite dar paso a los cambios más importantes dentro de nuestra economía, que está en estado catatónico, a punto de su colapso total, todo el mundo quiere que sus ideas sea las únicas que se discutan y la demás quedan descartadas, por eso cualquier propuesta reforma está encaminada al fracaso, pues nadie parece ceder ni un ápice en su posición política, mientras al pueblo que lo parta un rayo, como el destino de la palma, que solo espera que le caiga un rayo. Así que el grito de guerra de la oposición política en Puerto Rico es simplemente no a la reforma contributiva, no al IVA y si al IVU, aunque nuestra economía colapse.
La propuesta del primer ejecutivo para una nueva reforma contributiva simplemente ha alborotado el gallinero y se ha formado el reperpero, la demagogia y la desinformación como medio para combatir la tan necesaria  reforma tributaria. ¿Dónde está el problema? Lo que pasa es que cualquier reforma que pretenda enmendar el sistema contributivo vigente, requiere de cambios profundos en la estructura del sistema que tenemos al presente, cambios que van más bien encaminados a un periodo económico a largo plazo por tanto el gobierno tiene que jugar en este proceso con sistema de cambios y enmiendas al sistema a corto plazo, sin desarticular todo el sistema de un solo golpe, pues esto podría generar serios conflictos e inestabilidad a nuestra economía, sobretodo en el aspecto tributario que controla los recaudos del dinero operacional del gobierno.
El gobierno ha abierto un proceso para la discusión de esta propuesta, un proceso de discusión que nos debiera dar suficiente tiempo para evaluar los méritos de cada elemento contenido en esta propuesta, aquí el problema principal que enfrenta este proceso es la prisa, pues por ser un asunto tan importante para nuestro país no se debe hacer de un día para otro, pues existe entonces una altísima probabilidad de fracasar en los buenos propósitos de una buena reforma contributiva, así que el problema mayor que yo le veo a esta propuesta es la demasiada celeridad y ligereza con que se lleva el proceso.
Yo le propongo a la legislatura el que se dé más tiempo para poder estudiar con mayor profundidad la evidencia económica empírica disponible, para poder estudiar algunos detalles importantes y evaluar con mayor claridad los problemas que nos representa el sistema contributivo vigente, para entonces poder en forma seria y científica discutir con los distintos sectores de nuestra sociedad los cambios que se proponen para atender dichos problemas.
No se pueden poner los bueyes detrás de la carreta. una Reforma Contributiva tiene que estar claramente ordenada, para convencer a las personas sobre los beneficios y los costos de la propuesta, hay que establecer claramente unos periodos de transición entre el  sistema actual y el sistema propuesto, como un mecanismo para poder implementar los cambios en forma ordenada y sistemática, que permita una transición efectiva y ordenada dando paso para poder revisar permanentemente los resultados que se vayan produciendo después de aplicar los cambios.
Yo creo que la idea del gobierno es correcta pero les advierto el riesgo de hacerlo demasiado de prisa. Es mi opinión que la propuesta reforma contributiva debe regirse con mucho cuidado buscando ubicarla e implantarla en un momento apropiado  considerando las condiciones económicas, políticas y sociales de nuestro país. Creo que hay que actuar con prudencia en la discusión, de cómo vamos a implantar la reforma contributiva.

Yo le recomiendo que se separen ambos procesos que en este momento trabajemos con la fase del diseño de la reforma y su contenido estratégico y que en otro momento se de paso a la implantación de la reforma contributiva. Mi propuesta esta fundamentad en la incertidumbre y confusión que se ha generado en la discusión pública que en mi opinión personal está creando demasiada incertidumbre en algunos importantes sectores económicos, que tendría un impacto significativo en nuestra alicaída economía. Propongo que demos más tiempo a la discusión de la necesidad y conveniencia de la propuesta reforma de manera que se atenúa un poco la discusión de la necesidad de la reforma y  los cambios que son necesario introducir para el éxito de la implantación de la reforma propuesta.

Si queremos una buena reforma debemos dar suficiente espacio a la discusión de las ideas para luego generar un mejor proyecto que sea el resultado del análisis minucioso de todos los elementos contenidos en la estructura contributiva. Debemos también planificar con detenimiento como la vamos a poner en práctica. Señores Roma no se hizo en siete dias.

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