Puerto
Rico está en quiebra. Lo confirman los informes del GAO, que coincide con los
señalamientos de los grupos de Casablanca asignado por el Presidente Obama,
para atender la crisis fiscal del gobierno y las corporaciones públicas.
Prof.
Pedro N. González
Hace mucho tiempo vengo señalando
en mis escritos sobre la crisis fiscal que Puerto Rico estaba frente al abismo
de su colapso económico y que el gobierno de Alejandro García Padilla no le
quedaba más remedio que enfrentar esa realidad. Realidad que los políticos en
Puerto Rico han querido tapar, con medidas temporales que no resolvían en nada
la crisis, así que hoy se pone en evidencia lo que se decía en los pasillos de
la política, la crisis es mucho mayor de lo que se dice públicamente. La deuda
real de nuestro país supera la cantidad los $167,000 millones, sin incluir los
costos del déficit de los sistemas de retiro.
Así que aquellos que
criticaban al gobierno por su decisión de atender la situación de las
corporaciones públicas, que la pasada administración nos entregó quebradas y a
un paso de su insolvencia incluyendo al sistema de retiro con un déficit estructural
sin liquidez para cubrir sus obligaciones a corto plazo, no tenía otra opción el
gobierno que no fuera salir al mercado de bono en busca de dinero y a un
proceso de restructuración de las deudas
de las corporaciones para tratar de salvarlas temporeramente de su insolvencia.
El gobernador fue responsable
al tomar estas medidas y decirle claramente al pueblo la realidad de la crisis
fiscal que enfrenta el gobierno de
Puerto Rico es inmanejable bajo la estructura actual, por lo cual las medidas
propuestas aunque eran antipáticas resultaban ser la única alternativa
responsable para atender esta crisis, como un primer paso para, reestructurar
la deuda de estas corporaciones públicas
que ya están a un paso de su insolvencia. Las cosas no le ha ido del todo bien
al gobernador en su mensaje al pueblo de cómo enfrentar este proceso de reestructuración
de la deuda de sus corporaciones ya que cada acción del gobierno de por sí
parece agravar más la ya difícil
situación económica de Puerto Rico. La gente no puede entender y los políticos de
la oposición con su demagogia crean un
estado de confusión, que no permite que la gente entienda que esta situación no
es responsabilidad de Alejandro García Padilla y su gobierno, esto es una situación
que se viene acumulando en las últimas dos décadas de gobierno, es un problema
complejo y que tiene muchas vertientes todas muy complicadas, que requieren una
total reorganización de la estructura operacional del gobierno y sus
instrumentalidades públicas.
Pero el gobierno sabe bien
que tomar esta medidas tendrá efecto político muy costoso para el gobernante,
que es víctima constante de acoso, por quienes de forma perversa le acusan de
todo este desmadre económico. La medicina es muy amarga y difícil de tragar
para el pueblo, que vive del espejismo de la abundancia económica de tiempos atrás,
la gente no ha entendido de la gravedad de nuestra situación económica, y hay
que repetirlo en voz alta para que lo puedan entender. Estamos quebrados
señores y no nos quedó más remedio que enfrentar esa realidad.
Quebrada esta la
Autoridad de Energía y Eléctrica (AEE) y la Autoridad de Carreteras y
Transportación (ACT), y el Banco Gubernamental de Fomento (BGF). Mire la situación
económica es grave, tan grave que el gobierno tiene que asignar la mitad del
dinero que recibe de sus recaudos para el pago de la deuda pública.
Las medidas económicas que
propone el gobierno tienen que de forma inmediata producir resultados, no hay
tiempo para errores y fallidos mecanismos de captar los recaudos del gobierno.
La única esperanza a corto plazo es la propuesta reforma contributiva, que ya
desde hace rato está siendo bombardeada por la oposición, que de forma irresponsable
ha comenzado una campaña de desinformación, con el fin de generar controversia
y desconfianza en las propuestas del gobierno, pero no aportan en nada con
propuesta alguna para solucionar el problema que ellos han sido parte
responsable de este desmadre que hoy vive nuestro pueblo.
Los políticos del PNP no
acaban de entender la magnitud del problema financiero del Gobierno de Puerto
Rico, lo tratan de minimizar con argumentos politiqueros y demagogos que nada
aportan a la solución de nuestro problema, que es más grave de lo que ellos
quieren presentar. Se han acostumbrado a
no ser sincero con el pueblo y mucho menos ofrecerles soluciones reales a
nuestros problemas, más allá de su estatus político, que copa todo su interés político.
Por eso su presidente y
comisionado residente ocupa su tiempo en Washington presentando un proyecto de
estatus para nuestro pueblo, que no tiene la más mínima posibilidad de éxito en
el ambiente congresional, que se enfoca en este momento en la situación económica
de la nación, creo que su propuesta esta patituerta y a destiempo. Pero su situación
como candidato disputado le obliga a jugar el juego de la politiquería a fin de
levantar algún entusiasmo en su alicaída candidatura, que es agobiad por la
sombra de los Rosello que lo pretenden desplazar de sus aspiraciones políticas.
La verdad es la verdad y no
se puede ocultar al gobernador Alejandro García Padilla le ha tocado enfrentar
situaciones bien difíciles y más difíciles de las que él pensaba, decisiones antipáticas
que tiene que ver con aumentar los recaudos, reducir gastos e implantar
controles fiscales, que tiene siempre un impacto político sobre quienes las
toman, pero ha sido valiente al enfrentarlas, pero todavía le queda muchas
otras medidas que van a generar mucha controversia, pero que a la larga nos van
ayudar a salir de esta profunda crisis financiera. A este pueblo le recomiendo
mucha paciencia y sabiduría, a ver si logramos salir adelante con esta
propuesta reforma contributiva. Eso es la única medida para salir de este atolladero
que estamos metidos y que todos de alguna u otra manera somos responsable de
ella...
Yo le doy mi voto de
confianza a las propuestas del gobierno. Pues es mejor malo conocido que bueno
por conocer. Recuerde siempre “no deje pájaro en mano, por uno que va volando”.
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