Los
retos de unas nuevas relaciones políticas y económicas entre Cuba y Estados
Unidos, una lucha cuerpo a cuerpo dentro de los grupos ultraconservadores y
liberales dentro del nuevo congreso,
¿Lo mejor está por venir?
Prof.
Pedro N. González
No importe quien fuera el presidente de los
Estados Unidos, lo sucedido recientemente era algo inevitable, ya se veía venir,
solo era cuestión de tiempo, pero el embargo a Cuba, ya tenía sus días contados,
desde la época de George W. Bush, lo único que no se decía públicamente, por
razones políticas dentro de su propio partido republicano. Todos Demócratas y
Republicanos saben que el bloqueo no ha resuelto el problema de Cuba, pero si ha
afectado sustancialmente los intereses económicos de los Estados Unidos, así
que habiendo dejado atrás los efectos de la guerra fría, el bloqueo a Cuba,
quedaba como algo sin sentido, algo que tenía que terminar y buscar nuevas
avenidas para enfrentar las relaciones entre estos dos países, que tiene como común
frontera 90 millas del océano atlántico.
El presidente Barack Obama y su equipo de
asesores sabiamente han tomado los retos que representan los nuevos escenarios políticos
y económicos de América Latina y del caribe, un gran dilema para el gobierno de
los Estados Unidos, para enfrentar efectivamente los problemas que presenta la economía
globalizada en toda esta región de constante cambio político e ideológico, los
Estados Unidos no podía permanecer inmóvil ante los eventos sociales que se dan
en toda esta región del mundo, se optó por retomar la agenda de la diplomacia y
el dialogo en vez de la confrontación, el dialogo y la paz, en vez de la guerra
y la destrucción, así se abrió un nuevo espacio para la negociación, en la cual
la Iglesia Católica, fue un facilitador enorme de todo este proceso, creo que
esto son buenas noticias, para todo el continente americano que vive momentos
de profundos cambios POLITICOS, SOCIALES Y ECONOMICOS.
Este proceso recién comenzado simplemente
abre una nueva avenida por el cual se puede comenzar a generar una nueva
sociedad que tiene ante si los retos de superar sus grandes diferencias y de
construir un nuevo modelo de relaciones internacionales, que den buenos frutos
a el pueblo cubano, que tanto ha sufrido el desastre de este aislamiento político,
económico y social durante los últimos sesenta años. La razón principal para
este paso dado por el presidente Obama, es más bien uno enfocado en la situación
económica de la región de América Latina y Sur América que se perfila con una expansión
económica para la próxima década, por lo tanto la participación de los Estados
Unidos en esta región es de vital importancia para los intereses económicos de
los Estados Unidos, la acción del presidente desde esa perspectiva es realmente extraordinaria mente buena. Cuba
juega un papel importante y es pieza clave en la relaciones de esta región, por
su relaciones con Brasil, Argentina, Chile, Nicaragua, Panamá, Uruguay,
Venezuela, Argentina y todo el Caribe, reestablecer las relaciones políticas y económicas
con Cuba, entonces eran una prioridad y una necesidad tanto para los intereses
del Cuba, como para los intereses de los Estados Unidos Continentales. Pues quiéralo
o no los grupos ultra conservadores en los Estados Unidos vivimos en un mundo globalizado,
donde cualquier economía regional afecta, los intereses económicos del resto
del mundo, todas las economías hoy son interdependientes y regionalizadas, mutuamente
afectadas por los cambios en las economías domésticas de la región. Insertar a
cuba en este proceso era una prioridad para la salud económica de los Estados
Unidos.
Nadie puede pretender que los problemas que
existen entre estos dos países se pueden resolver de la noche a la mañana, hay
que darle tiempo al tiempo para que esta relación pueda dar fruto, al fin todos
nos beneficiamos de un mundo en paz, las guerras solo deja desgracia y
sufrimiento entre quienes son sus
actores, nadie gana en las guerras, todos son perdedores, por eso hay que
promover la paz y el entendimiento entre todos los pueblos del mundo, por eso
hay que felicitar a la Iglesia católica y al Santo Padre Francisco, por haber
facilitado este proceso de entendimiento entre estos dos países.
Al pueblo cubano le felicitamos, respetamos
la opinión de aquellos que no están de acuerdo con este nuevo proceso. Los
cambios dentro del sistema político de Cuba, tiene que ser forjado por el
propio pueblo Cubano, que tiene que prepararse para enfrentar los retos de una
nueva relación política con el resto del mundo, nadie puede ser gestor del
futuro de este pueblo, que no sea los propios Cubanos, solo a ellos le corresponde
el reto de reformar su modelo económico, político y social de cara al tercer
milenio, donde las economías centralizadas ya han desaparecido, o están en
proceso de extinción.
Les recuerdo a mis hermanos Cubanos que: No
hay camino para la paz, la paz es el camino. El papa Juan Pablo II en su visita
Cuba dijo lo siguiente: Que nadie se haga ilusiones de que la simple ausencia
de guerra, aun siendo tan deseada, sea sinónimo de una paz verdadera. No hay
verdadera paz sino viene acompañada de equidad, verdad, justicia, y
solidaridad.
Mi llamado es para darle espacio para que
este nuevo proceso pueda rendir sus frutos, pues como decía la prestigiosa primera
dama de los Estados Unidos Eleonor Roosevelt: No basta con hablar de paz, Uno
debe creer en ella y trabajar para conseguirla.
Vamos a ver si este nuevo congreso se pone
en sintonía con el resto del mundo y se deja de políticas chiquitas, que solo
sirven para generar la lucha y el radicalismo político en los Estados Unidos,
que afectan el crecimiento económico y la estabilidad política de esta gran nación,
distinguida por ser el defensor de las democracias del mundo. El reto está en
su cancha.
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