La
capacidad de las personas, para enjuiciar a los demás, nos viene mayormente de
la ignorancia, aunque a veces es pura maldad.
Prof.
Pedro N. González
A veces me pregunto cómo es posible que haya
tanta ignorancia en este mundo, a pesar de los avances científico y tecnológicos,
que pone al servicio del lector, todo clase de información.
Si podemos decir que es algo natural el
pasar juicio sobre los demás, sobretodo de sus errores, por lo general no
juzgamos igual los errores de los demás, que nuestros propios errores, y es
que como dice las sagradas escrituras,
vemos muy bien la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en nuestros ojos. Pues
solamente miramos hacia fuera, y no nos miramos a nosotros mismo, como actores
sociales. Es que tenemos una visión del mundo con una cantidad de sesgos
cognitivos que distorsionan nuestra visión del mundo y de nosotros mismos que
nos hace seguir pensando de la misma manera, aunque estemos totalmente
equivocados, pues nos mantenemos enajenados de esa realidad social, económica y
política que no nos interesa conocer. Es que no podemos concebir que los otros pueda
tener la razón, entonces creamos nuestra propia verdad, producto de esa
ignorancia, que muchas veces termina en cierto grado de maldad.
De acuerdo con la opinión de los más
afamados expertos en el campo de la psicología llaman a este fenómeno “Bas Blind
Spot” De esta manera los especialistas en la conducta humana han coincidido en
que en la gran mayoría de las personas este fenómeno se da por la falsa ilusión
de superioridad, que nos hace vernos a nosotros mismos como mejores que las demás
personas, los que más sabemos, los que tenemos la verdad y los demás están equivocados.
Entonces aludimos a esa expresión vaga es que la gente no entiende, que no
pueden entender. De ahí nace el sesgo mayor de nuestra propia enajenación de la
realidad, simplemente porque creemos que nosotros no padecemos de este fenómeno,
que podemos llamar la ignorancia cognoscitiva.
Es que vemos al mundo atraves de nuestras
propias creencias y no podemos concebir el que otros lo vean de una forma distinta,
entonces de ahí nace la idea que nos guía a la conclusión yo soy el que tengo
la razón, sin considerar la realidad de mis creencias como única verdad
producido por mis únicos intereses personales. Así nos creamos Nuestra propia ceguera
que solo es aplicable a nuestros propios motivos, no a los motivos de los
demás. Por eso comúnmente usamos el mecanismo de desacreditar las creencias y
valores de los demás con palabras hirientes y llenas de odio, aludiendo
que son los demás quienes mienten y los
que están equivocados, y que nuestras creencias son las únicas correctas y que
quienes no está de acuerdo con nosotros, simplemente no han sido expuestas a
ese conocimiento.
Es por eso que los fanáticos políticos, tienen la generalizada
idea de que pueden cambiar las creencias de la gente educándoles sobre los
asuntos que sea. Para ello usan la demagogia y la desinformación como mecanismo
de manipulación de sus intereses politiqueros. Pero qué tipo de idiota podría
creer que todo el mundo es ignorante y que se le puede manipular, como un
monigote, solo gente con mucha maldad podría pensar así. Esta gente que piensa así
no son ignorantes ni tontos, pero han
vuelto la espalda deliberadamente a la verdad, y eso es muy malo para nuestra
sociedad. Pues entonces se vive de tratar de confundir la verdad con la mentira
y la mentira con nuestra propia realidad.
La gente que vive de este modelo propagandístico
de reemplazar la realidad por una fantasía son personas que no son capaces de
respetar y entender nuestro mundo y nuestra visión, están alejados de la
realidad y tiene la perversa idea de ser los nuevos maestros de un pensamiento político
que es contrario con la realidad misma de nuestro mundo, ellos solo pueden ver
lo que es realidad en su propio y único mundo de sus propias ideas minando la
capacidad de ver y entender la realidad que nos rodea en nuestras condiciones
sociales, políticas y económicas no pueden entender y el potencial riesgo de violencia que puede engendrar su
comportamiento. Esta cultura de la ignorancia es promovida por personas
depravados y malvados, que no tiene cabida en nuestra vida como personas de
profundos valores morales y ético.
Quienes viven en su afán de desacreditar a
todos aquellos que no piensan como ellos piensan, no hacen nada más que
alimentar los conflictos, pues piensan que quienes no pensamos iguales tenemos
que ser silenciados y esto es muy peligroso para nuestro país, donde la violencia se ha ido anidando en nuestro
ambiente social.
Estamos por finalizar este año, es tiempo
de reflexionar sobre nuestro futuro y sobre el bienestar de nuestras familias y
de nuestra comunidad, propongámonos como meta, buscar la paz y la sana
convivencia en nuestro pueblo y el respeto a las opiniones de los demás.
Construir un modelo nuevo de dirimir nuestras diferencias, al fin de cuenta
todos somos hijos de un mismo Dios. Las palabras claves serán la tolerancia y
el respeto.
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