martes, 23 de diciembre de 2014

Carta al Presidente Barack Obama

Carta abierta al Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama
Muy estimado señor Presidente
Hace unos dias recibimos con gran alegría la determinación de su gobierno de reestablecer las relaciones políticas y económicas con el gobierno de Cuba, creo señor presidente que usted realmente se ha desempeñado de forma extraordinaria y valiente al tomar esta decisión. La historia lo pondrá en su record como un presidente de gran espíritu Democrático y como un gran estadista.
Señor presidente quiero traer ante su consideración el caso del Pueblo de Puerto Rico, que desde 1952 bajo el amparo de la ley 600 del congreso de los Estados Unidos ha disfrutado de un acuerdo político con esta nación, para el establecimiento del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, un sistema político hablado por el gobierno de los Estados Unidos con el fin de otorgarle al pueblo de Puerto Rico autonomía fiscal y política, bajo la soberanía de la nación Americana. Desde los orígenes de este acuerdo con el gobierno de los Estados Unidos el pueblo de Puerto Rico ha estado en la convicción de que dicho acuerdo representaba un pacto bilateral, que no podía ser alterado por ninguna de las dos partes, y que dejaba a nuestro pueblo fuera de la cláusula territorial  que le otorga plenos poderes al congreso sobre sus territorios. Esa interpretación viene de las expresiones del embajador de esta gran nación ante las naciones Unidas, cuando les notificaba que  el pueblo de Puerto Rico y la nación Americana habían alcanzado un acuerdo político, que le otorgaba  al pueblo de puerto Rico el derecho a la autodeterminación, y que ambos habían acordado en un sistema de gobierno propio para nuestro pueblo, que por lo tanto Puerto Rico ya tenía que ser sacado de la lista de colonias de los Estados Unidos y que no había razón para que esta nación le siguiera rindiendo informes a las naciones unidas.
Permítame Señor presidente con todo el respeto que usted merece, hacerle un breve recuento histórico de nuestro pueblo. La isla de Puerto Rico fue descubierta el 19 de noviembre de 1493  en el segundo viaje de exploración por  Cristóbal Colon, aunque algunos historiadores dicen que quien descubrió nuestra isla fue realmente  Martin Alonso Pinzón en 1492, cuando  estuvo separado de Colón. Cuando llegaron los colonizadores los nativos indígenas llamaban esta isla con el nombre de Borinquén, que es la base histórica para que nuestros ciudadanos sean conocidos como boricuas, gentilicio que viene de Borinquén. Fuimos una colonia Española hasta el 1896, cuando España le otorgo al pueblo de Puerto Rico su carta Autonómica, que nos permitía organizar nuestro propio gobierno y cierto poderes autonómicos, vinculados al poder monárquico español. Cuando las tropas americanas llegaron a nuestras playas el 25 de Julio del 1898, invadieron nuestro pueblo y tomaron posesión de nuestro pueblo como consecuencias de la  guerra hispanoamericana, establecieron un gobierno militar y abolieron nuestro estado de derecho sustituyendo por un régimen militar, desde ese entonces hasta el presente hemos estado bajo el control de los Estados Unidos.
Desde el 1898 hasta el 1914 el pueblo de Puerto Rico se mantuvo en un limbo jurídico, ya que no éramos ciudadanos americanos, pero tampoco éramos ciudadanos Españoles, así que en el 1914 por disposición del congreso se aprueba una ley conocida como la ley Foraker, que establecía el nuevo orden jurídico y constitucional de los puertorriqueños, Este estatuto legal no le reconocía a los puertorriqueños ningún  derecho y todos los poderes quedaban en manos del presidente de los Estados Unidos quien habría de designar al gobernador y los funcionario del gobierno, inclusive se le privo al pueblo de la ciudadanía americana y se creó la ciudadanía puertorriqueña, a la cual no se le otorgaba reconocimiento alguno.
Para corregir  los males de esta nefasta ley el congreso aprobó una nueva ley el 1917, en donde se le concedió a los Puertorriqueños la ciudadanía americana, esta ley fue el cuerpo rector de las relaciones de Puerto Rico y Estados Unidos hasta la década del 1950, cuando fue sustituida por la ley 600 que dio paso a la creación del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Desde el año 1952 hasta el presente el gobierno de los Estados Unidos ha respaldado los términos jurídicos y constitucionales que dieron paso a la aprobación de esta constitución y al desarrollo de las nuevas relaciones políticas que emanan de este proceso legal.
Nuestro pueblo ha vivido una gran lucha por tratar de buscar los mecanismos políticos que nos permitan corregir las fallas contenidas en los términos y condiciones que ha establecido el congreso y que a todas luces expone el carácter colonial de dicho acuerdo, este pueblo ha expresado a lo largo de su toda su historia una profunda satisfacción por los frutos e una relación de mutuo respeto y dignidad con nuestros conciudadanos del norte. Pero es tiempo de buscar remedios a nuestra situación política, que lacera el prestigio de la nación más democrática del mundo. Nuestro pueblo merece que se atienda la situación  del Estatus político de Puerto Rico, sin mayor dilación, queremos saber si este compromiso contraído con esta gran nación para el desarrollo de nuestro sistema de gobierno, fuera de la clausulas territoriales, se va cumplir o no.
De lo contrario se le debe dar al pueblo las opciones a las cuales se tiene que enfrentar, pues nuestra dignidad como pueblo será profundamente afectada Nuestro pueblo merece conocer claramente las consecuencias que conlleva las distintas opciones políticas a las cuales podemos aspirar, mientras tanto le corresponde a usted como presidente de esta gran nación, dar los pasos necesarios para facilitar la solución a nuestro ya agotado estatus político. Solo usted señor Presidente puede dar luz sobre las relaciones políticas  a las cuales la Nación americana está disponible a negociar con el pueblo de Puerto Rico, le recomiendo respetuosamente, que desde la misma perspectiva que se hizo con el caso de cuba, se habrá unas negociaciones con los grupos políticos en Puerto Rico, que nos permita de una vez y para siempre enfrentar aquellas opciones para mejorar las relación política y jurídica del Estado Libre Asociado de Puerto Rico y los Estados Unidos de América . Específicamente en el relativo a todo lo relacionado a la moneda, defensa, las relaciones exteriores y a los poderes del comisionado residente que es el único representante del gobierno local en el congreso de los Estados Unidos. Hacemos estos planteamiento señor presidente, porque desde el año 2007 un comité de trabajo de la Casa Blanca, que se a atribuidos poderes para hacer interpretaciones sobre el estado de derecho de los puertorriqueños  ha revocado todas las interpretaciones ejecutivas de los anteriores presidentes, concluyendo en un infame informe que Puerto Rico continua totalmente sujeto a la autoridad del congreso de los Estados Unidos bajo las clausulas territoriales. Contrario a la opinión de los más laureado juristas de esta nación que opinan todo lo contrario y que le reconocen el derecho privativo del Pueblo de Puerto Rico bajo los términos del acuerdo bajo la ley 600. Tal parece que  el gobierno de los Estados Unidos ha traicionado la confianza que depósito nuestro pueblo al ratificar nuestra constitución.
Quisiera resumir mi  análisis señor presidente, desde el 1950 cuando el congreso aprobó la ley que autoriza al pueblo de Puerto Rico a crear su propia constitución, de una manera legal se las arregló para dejar intactas todos los artículos bajo la Ley Jones y la Ley Foraker, al igual que el tratado de Paris. A pesar de este  acto  la asamblea  Legislativa  de Puerto Rico redacta una ley para que el pueblo con su voto en un referéndum la aprobara y así lo hizo en  julio de 1952.
Pero hemos vividos muchos momentos de lucha por mejorar los términos de este acuerdo político y todavía a pleno siglo veintiuno, próximo a llegar al tercer milenio de la historia de nuestra humanidad nuestro pueblo está en espera de que se le haga justicia y sea liberado de su condición colonial. Usted Señor presidente tiene la palabra, nuestro pueblo espera de usted alguna respuesta.
 Nuestro pueblo tiene las energías suficientes para enfrentar los retos de nuestras posibilidades para desarrollar nuevas políticas y estrategias que nos conduzcan a un futuro mejor. El establecimiento  del Estado Libre Asociado de Puerto Rico permitió que nuestra economía se transformara de manera extraordinaria alcanzado reconocimiento internacional y dentro de la economía doméstica de los Estados Unidos, desde 1952 hasta el 1968 la economía de puerto Rico tuvo un desempeño extraordinario, por ejemplo;
n   El producto bruto real, a precios constantes, aumentó de $1,015.6 millones en 1952 a $3,450.3 millones en 1973, a una tasa anual promedio de 6.0%.
n  Durante el periodo no hubo ningún episodio recesionario y la tasa de crecimiento del producto bruto interno se movió en el recorrido de 2.9% (1958) a 14.0% (1970).
n   En ese mismo periodo la economía de Estados Unidos sufrió tres recesiones y creció a una tasa anual promedio de 3.4%.
n   La participación de la inversión interna fija en el producto bruto aumentó de 15.1% a 24.7% y las exportaciones a precios constante avanzaron de $451.9 millones a $2,204.5 millones, a una tasa anual promedio de 7.8%.
n  El empleo total aumentó de 571,000 a 757,000, a una tasa anual promedio de 1.3% y la tasa de desempleo disminuyó de 16.0% a 11.8%.

Bajo el nuevo régimen del Estado Libre Asociado la  economía de Puerto Rico ha  mantenido una administración pública sana y altamente competente,  estableciendo una estructuras de gobierno que ha colocado a nuestro pueblo al mismo nivel que los países más desarrollado del mundo, en áreas de vital importancia para el desarrollo de una economía autosustentable como lo son; el financiamiento público, la planificación, organización y control de una efectiva gerencia presupuestaria, una planificación estratégica para la inversión en toda la infraestructura de nuestro pueblo que le permitió el desarrollo de su capacidad competitiva para la producción de bienes y servicios, dando paso a la construcción de , puertos, aeropuertos, carreteras y a un moderno sistema de energía eléctrica. Bajo el ELA Puerto Rico logro desarrollar uno de los mejores sistemas de salud, comparable con cualquier sistema de los países más desarrollados del mundo y un sistema educativo de primer orden. Con la creación y desarrollo del ELA, nuestro pueblo logro una estabilidad económica que le ofrecía al inversionista plena confianza y muchas  ventajas competitivas bajo el amparo de su autonomía fiscal.
Lamentablemente desde los tiempos del gobierno del presidente Richard Nixon, hasta la administración del Presidente George W Bush, las distintas políticas sobre el desarrollo del ELA, han dejado a nuestro sistema  con una capacidad menguada de su autonomía fiscal, lo que ha afectado sustancialmente su desarrollo y crecimiento, quedando a merced de las fuerzas globalizadas de una economía regional, sin mucho recursos para poder competir con las nuevas tendencias económicas de toda la región del caribe y de américa latina. La lucha ideológica encarnizada en los últimos veinte años ha disminuido el potencial desarrollo de nuestro sistema político, a quienes no le simpatiza, lo quieren eliminar a como dé lugar.
Usted señor presidente tiene ahora la oportunidad de poder darle a nuestro Pueblo la posibilidad de ofrecernos la ayuda para devolverle a ELA la capacidad de Crecimiento y desarrollo a la luz de las nuevas condiciones del derecho internacional y para ello no se necesita, acción alguna del congreso, solo se necesita la voluntad del poder ejecutivo. Respetuosamente le pedimos su ayuda para echar a Puerto Rico hacia adelante. Si se pudo con el caso de Cuba, como no se va a poder con el caso de Puerto Rico.
Señor presidente nuestro pueblo necesita urgentemente su ayuda  para no colapsar, el gobernador Alejandro García Padilla está haciendo un gran esfuerzo, pero usted no lo puede dejar solo en esta lucha. El pueblo grita y clama por justicia.

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