sábado, 30 de agosto de 2014

La crisis economica de Puerto Rico II


La crisis económica  de Puerto Rico

Prof. Pedro N. González

La crisis económica  de Puerto Rico tiene sus raíces en la década de los 90, cuando Rafael Hernandez Colón le entrego el gobierno al Hon. Pedro Rosselló Gonzalez, fue el último periodo económico de ese ciclo económico, donde la economía crecía a un ritmo de un 5% de ahí en adelante nuestra economía  ha entrado en un ciclo económico de constantes cambios que nos ha arrastrado a la peor crisis financiera, que a las altura 2014 parece poner nuestro país al punto de la quiebra fiscal.  La gente en su pobre desconocimiento de la situación económica de nuestro país, comienzan a poner culpas a factores que realmente, no tienen la culpa de desastre económico que vivimos. De ahí que los partidos políticos y sus estrategas enfilan sus cañones, hacia aquellos aspectos que más le convengan dentro de sus intereses políticos partidista, dentro de su agenda electorera, que no es más que un quítate tú para ponerme yo, y así, mantenemos dormido a nuestro pueblo con la punzante demagogia y la desinformación, que permite la manipulación del favor del electorado más ignorante. Mientras tanto el pueblo sufre las consecuencias de este continuo deterioro de nuestra economía. Pero nadie quiere tomar el toro por los cuernos para resolver la situación de forma permanente, pues esto traería consecuencias políticas desastrosas para quien las presente, en su agenda política.
Veamos algunos datos que tal vez parecen estar muy diluidos en la información de los medios. El Problema más fuerte que enfrenta la economía de Puerto Rico en los últimos 12 años es la pérdida de su crecimiento económico, que se ha disminuido a un margen de un 2.5% promedio por año. Situación que se viene dando desde comienzo del 2002 hasta el presente.  Como dato significativo podemos ver que  la población del país consistentemente se ha ido reduciendo más o menos en un  2.1% para fines de esta década, así mismo  la participación laboral ha mantenido un ritmo decreciente de un  48 en 2002 hasta un 45% para el 2012, Si a esto le adicionamos que el desempleo en Puerto Rico desde 2002 hasta el presente no se ha reducido a menos de un 12% por ciento, y muchos economista lo han señalado por los alrededores del 15%, lo que ha  afectado la estructura del ingreso familiar promedio en nuestro país. A eso le podemos añadir el crecimiento del flujo migratorio de la clase media en Puerto Rico, que ha afectado sustancialmente los trabajadores profesionales de nuestro país, que cada vez más buscan  algún  auxilio en la  región sur-este de los Estados Unidos.
Nuestro pueblo vive constantemente sumergido en este espejismo que los políticos le venden al pueblo, sobre la situación del estatus político de Puerto Rico, Estadistas, Autonomistas e Independentistas, viven constantemente creando imágenes  de aspectos políticos, que ellos presentan en su forma particular  como la solución de nuestro problema, pero cada cual lo pone a su conveniencia ideológica, sabiendo lo poco probable que esto, sea realmente una verdadera posibilidad. Mientras tanto el deterioro de nuestro sistema económico colapsa a pasos agigantados, sin posibilidad de que podamos  echar a funcionar nuestra alicaída economía. Todo por la asqueaste maldad del fanatismo político, que no nos deja mirar más allá de nuestros horizontes. 

Esta crisis económica, que ha vivido nuestro pueblo desde la década del 2000 tiene una vinculación directa con  la crisis económica mundial que nos ha generado a nuestro país una  evolución adversa. Por nuestra falta de capacidad para enfrentar los factores económicos que  se dan en nuestra alicaída economía, pero no se limita tan solo a los aspectos económicos si no que tiene tangencia con una profunda  crisis político y social, que también afectó a la mayor parte de países del mundo, en especial a los países menos desarrollados, como es el caso de Puerto Rico. Y digo en el caso de Puerto Rico, porque nuestro sistema político, le impones restricciones a nuestra economía, que le impiden un crecimiento, como los demás países del mundo, aun las economías más pequeñas que las nuestra, como es el caso de Singapur y Malasia, las cuales ha podido supera sus crónicas condiciones económicas.
Durante pasado 14 años hemos visto como nuestro  país ha ido barranco abajo en su economía, con un aumento en el desempleo estructural, una creciente crisis en el sector inmobiliario impulsado por la crisis bancaria  y un constante disgusto en todos los sectores sociales que  exigen a viva voz, una renovación de nuestro  sistema político. Esta situación que se refleja cada vez más en una clase media baja, que sufre como consecuencia de este estado de  crisis  económica, que afecta más  a los asalariados y a los pequeños empresarios y los agricultores, las amas de casa, las madres solteras.
El pueble ve como el crecimiento del gasto público va en beneficio de los allegados a los políticos de turno, elevando el déficit gubernamental y la corrupción pública, todo esto ha agravado nuestra crisis económica, a tal grado que ya no la podemos soportar más.

La crisis se agrava, por nuestra dependencia de los fondos federales y de las ayudas que recibimos del gobierno federal, y por nuestra dependencia al uso de petróleo en la producción de energía eléctrica la más cara de todo el hemisferio. Nuestra situación es crítica y nos falta voluntad para enfrentar los retos, en busca de  soluciones. Mientras tanto nos entretenemos con nuestra pelea chiquita de la discusión del estatus político.

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