viernes, 8 de agosto de 2014

Valiente desicion

La propuesta del honorable senador Antonio Faz Alzamora, Para un pacto de asociación soberana con el gobierno de los Estados Unidos.
 Una decisión valiente.

Hace mucho tiempo mi querido amigo Tony, cuando juntos compartíamos los caminos de las luchas dentro del PPD, en el Distrito senatorial de Aguadilla, que deposite mi confianza en  tu honestidad y sinceridad sobre los planteamientos políticos que desde el foro político solías hacer. Mi amigo del Hacha en mano, Símbolo de la lucha y de la no abdicación de nuestros ideales autonomistas.

El tiempo pasa mi querido Amigo, yo de Moca y tú de Cabo Rojo, distante pero muy cercanos a nuestras visiones sobre el futuro de lo que representaba el desarrollo autonómico del Estado Libre Asociado para nuestro querido país, cada uno aportando en su capacidad para lograr el sueño dorado de nuestro pueblo, un Estado Libre Asociado, “Libre y soberano”, sin cortapisas, sin triquiñuelas, sin engaños, Así también lo percibía mi suegro, Alcalde de Moca, pera aquellos tiempos, Don Nicasio Loperena, qepd.
Hoy Tony, volvemos a encontrarnos después de muchos años, en la distancia, pero en la misma sintonía, en el tema, que más nos agobia a todos los puertorriqueños de igual manera,  indistintamente de nuestra posición ideológica actual. Aunque yo no he variado mucho sobre mi posición autonomista y soberanista para Puerto Rico.
Tony, el gran reto de este partido nuestro, que se llama democrático y que tiene su fundamento popular en la  capacidad de escuchar al pueblo, como lo hizo muñoz, cuando se marchó al campo a  oscultar la voz del Pueblo sobre el asunto del estatus político. Pero el problema es a quien debemos escuchar, a quien quiere escuchar la Junta de gobierno, la respuesta es bien sencilla, solo escuchamos  a ciertas personas, a los que se supone ser los que saben sobre este asunto, a Rafael Hernandez Colon, Miguel Hernandez Agosto, Melo Muñoz Mendoza, a Sila María Calderón, A Charlie Delgado, a los Coberg, A Héctor Luis Acevedo y otros grupo minúsculo de una elite, que controla toda la dinámica, de lo que se debate en el seno de esa cúpula de  oligarcas que controlan la voz del pueblo, en su propio y única opinión. Nadie escucha a juan del pueblo, al elector humilde que quiere expresarse, que quiere aportar sus ideas aunque, para algunos resulte ser algo sin importancia. Ahí está el problema, de nuestro partido, que hemos perdido la capacidad de escucharnos, y salimos cada cual por su lado a defender lo que cree que los demás deben aceptar como correcto, como la única verdad admisible. Dejamos de ser un partido, para constituirnos en  tribus que buscamos ser mayoría pluralista si consenso de nada, sin norte ideológico que fundamente la razón de ser de nuestra causa, entonces somos de las tribus de Bathia o de Perelló y de Carmen Yulin, o de Aníbal, o de Cuchin o de Don Miguel, o de Melo o de Sila, y por último, Del combo de Alejandro. Cada cual para su lado, juntos pero no revueltos.

El problema Tony es que llamamos al dialogo, pero solo para escuchar lo que queremos escuchar, lo que nos gusta escuchar, las cosas que no  resuelve lo que tenemos que resolver, pues no queremos tomar el toro por los cuernos. Por qué tenemos miedo a dar paso firme para confrontar a nuestros socios políticos del norte, para exigirles que se comprometan de veraz con el desarrollo autonómico de Puerto Rico, a que reconozcan en nuestro pueblo, en todo su dimensión política ,económica, social y de derecho, en su máxima responsabilidad de darle al Pueblo lo que se le ha prometido desde el primer día que llegaron a nuestro suelo, venimos aquí como amigos a ayudar a resolver nuestros problemas, no a imponernos su sistema político, si no a colaborar para que nuestro sistema político sea tan fuerte como el de ellos, para estrechar nuestros lazos de amistad con respeto y con igual dignidad. Y de eso es que se trata esta discusión, de  exigir lo que por derecho nos corresponde, nuestra soberanía como pueblo. Soberanía que en mundo moderno, puede ser compartida y negociada, pero solo, con el pleno reconocimiento de nuestra dignidad de ser Puertorriqueños sin menosprecio a la dignidad de ser ciudadanos americanos, por nuestra propia voluntad de poder asociarnos en una asociación política con los EUA, sin menoscabo a nuestra integridad como puertorriqueños. Pues somos la nación Puertorriqueña, y de eso nos sentimos profundamente orgullosos, una cosa no tiene que ver con la otra, como bien decía Don Luis Muños Marín, pues somos ciudadanos americanos, pero primero somos primero buenos puertorriqueños, para poder ser buenos ciudadanos americanos.
Hoy te felicito por ser valiente en defender los que  a otros le  cuesta defender, nuestra libertad y nuestra soberanía, sin miedo y de frente a nuestro futuro. El pueblo espera más de este Partido, para que se pueda seguir llamando, Democrático.


Prof. Pedro N. González

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