La propuesta del honorable senador Antonio
Faz Alzamora, Para un pacto de asociación soberana con el gobierno de los
Estados Unidos.
Una decisión
valiente.
Hace mucho tiempo mi querido amigo Tony, cuando juntos compartíamos
los caminos de las luchas dentro del PPD, en el Distrito senatorial de
Aguadilla, que deposite mi confianza en
tu honestidad y sinceridad sobre los planteamientos políticos que desde
el foro político solías hacer. Mi amigo del Hacha en mano, Símbolo de la lucha
y de la no abdicación de nuestros ideales autonomistas.
El tiempo pasa mi querido Amigo, yo de Moca
y tú de Cabo Rojo, distante pero muy cercanos a nuestras visiones sobre el
futuro de lo que representaba el desarrollo autonómico del Estado Libre
Asociado para nuestro querido país, cada uno aportando en su capacidad para
lograr el sueño dorado de nuestro pueblo, un Estado Libre Asociado, “Libre y
soberano”, sin cortapisas, sin triquiñuelas, sin engaños, Así también lo percibía
mi suegro, Alcalde de Moca, pera aquellos tiempos, Don Nicasio Loperena, qepd.
Hoy Tony, volvemos a encontrarnos después de
muchos años, en la distancia, pero en la misma sintonía, en el tema, que más
nos agobia a todos los puertorriqueños de igual manera, indistintamente de nuestra posición ideológica
actual. Aunque yo no he variado mucho sobre mi posición autonomista y
soberanista para Puerto Rico.
Tony, el gran reto de este partido nuestro,
que se llama democrático y que tiene su fundamento popular en la capacidad de escuchar al pueblo, como lo hizo
muñoz, cuando se marchó al campo a oscultar
la voz del Pueblo sobre el asunto del estatus político. Pero el problema es a
quien debemos escuchar, a quien quiere escuchar la Junta de gobierno, la respuesta
es bien sencilla, solo escuchamos a
ciertas personas, a los que se supone ser los que saben sobre este asunto, a
Rafael Hernandez Colon, Miguel Hernandez Agosto, Melo Muñoz Mendoza, a Sila María
Calderón, A Charlie Delgado, a los Coberg, A Héctor Luis Acevedo y otros grupo minúsculo
de una elite, que controla toda la dinámica, de lo que se debate en el seno de
esa cúpula de oligarcas que controlan la
voz del pueblo, en su propio y única opinión. Nadie escucha a juan del pueblo,
al elector humilde que quiere expresarse, que quiere aportar sus ideas aunque,
para algunos resulte ser algo sin importancia. Ahí está el problema, de nuestro
partido, que hemos perdido la capacidad de escucharnos, y salimos cada cual por
su lado a defender lo que cree que los demás deben aceptar como correcto, como
la única verdad admisible. Dejamos de ser un partido, para constituirnos
en tribus que buscamos ser mayoría pluralista
si consenso de nada, sin norte ideológico que fundamente la razón de ser de
nuestra causa, entonces somos de las tribus de Bathia o de Perelló y de Carmen Yulin,
o de Aníbal, o de Cuchin o de Don Miguel, o de Melo o de Sila, y por último,
Del combo de Alejandro. Cada cual para su lado, juntos pero no revueltos.
El problema Tony es que llamamos al
dialogo, pero solo para escuchar lo que queremos escuchar, lo que nos gusta
escuchar, las cosas que no resuelve lo
que tenemos que resolver, pues no queremos tomar el toro por los cuernos. Por
qué tenemos miedo a dar paso firme para confrontar a nuestros socios políticos del
norte, para exigirles que se comprometan de veraz con el desarrollo autonómico de
Puerto Rico, a que reconozcan en nuestro pueblo, en todo su dimensión política ,económica,
social y de derecho, en su máxima responsabilidad de darle al Pueblo lo que se
le ha prometido desde el primer día que llegaron a nuestro suelo, venimos aquí como
amigos a ayudar a resolver nuestros problemas, no a imponernos su sistema político,
si no a colaborar para que nuestro sistema político sea tan fuerte como el de
ellos, para estrechar nuestros lazos de amistad con respeto y con igual
dignidad. Y de eso es que se trata esta discusión, de exigir lo que por derecho nos corresponde,
nuestra soberanía como pueblo. Soberanía que en mundo moderno, puede ser
compartida y negociada, pero solo, con el pleno reconocimiento de nuestra
dignidad de ser Puertorriqueños sin menosprecio a la dignidad de ser ciudadanos
americanos, por nuestra propia voluntad de poder asociarnos en una asociación política
con los EUA, sin menoscabo a nuestra integridad como puertorriqueños. Pues
somos la nación Puertorriqueña, y de eso nos sentimos profundamente orgullosos,
una cosa no tiene que ver con la otra, como bien decía Don Luis Muños Marín,
pues somos ciudadanos americanos, pero primero somos primero buenos
puertorriqueños, para poder ser buenos ciudadanos americanos.
Hoy te felicito por ser valiente en
defender los que a otros le cuesta defender, nuestra libertad y nuestra soberanía,
sin miedo y de frente a nuestro futuro. El pueblo espera más de este Partido,
para que se pueda seguir llamando, Democrático.
Prof. Pedro N. González
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