Simplemente una reflexión sobre lo que en
mi humilde opinión debiera ser “Una nueva y verdadera evangelización dentro de
la Iglesia Católica.
Prof. Pedro N. Gonzalez
Solo algunas ideas
La fe mueve
montañas, y Dios nos lleva siempre por el camino correcto, nosotros nos desviamos
por nuestra propia voluntad, esa es nuestra lucha continua por vivir conforme a
su palabra y sus enseñanzas. De esta manera he vivido profundamente la
experiencia enriquecedora de ser parte de ese proceso de una verdadera, genuina
y autentica evangelización, que ha sido fruto una continua y profunda de oración y reflexión en
silencio, tratando de escuchar esa voz de Dios, que solo Dios nos puede
comunicar en el camino de la conversión y la perseverancia en su palabra, cosa
que solo Dios puede ver.
He vivido con gran alegría y compartido con
muchos hermanos dentro de nuestra Santa
Madre Iglesia Católica ese deseo enorme
de responder al llamado de lo que supone ser la Nueva Evangelización, para los nuevos tiempos.
Personalmente he percibido que nuestra sociedad desgraciadamente, no está interesados en el
mensaje de Cristo, ni siquiera les
interesa identificarse con Él. Hermano esto lo he vivido muy de cerca, en gente
que vive y comparte nuestra fe, pero de una manera muy distinta, de esto que yo
he aprendió a llamar, el mundo de una fe condicionada, hay gente que se supone
ser ejemplo vivo, de lo que representa, la misión que Cristo ha puesto sobre
nosotros la Iglesia. Incluyendo a nuestros sacerdotes, quienes debieran ser los
espejos en donde se refleja el corazón de Cristo., Yo no quiero juzgarlos, esa
no es mi misión, solamente debiera ser motivo de reflexión para toda la
Iglesia, con los ojos puesto en el llamado de la nueva evangelización que nos
hace el santo padre Francisco, para que podamos abrir nuestros corazones a
Cristo. Ese es el llamado de la Iglesia para los nuevos tiempos.
Este llamado de la Santa Madre Iglesia
Católica, para una nueva evangelización, convocada desde los tiempos de Juan Pablo II,
Benedicto XVI y del santo padre Francisco es motivó de profunda reflexión
entre todos los que compartimos la fe de la iglesia y formamos parte del mismo
sacerdocio de cristo y que manda a todos, sacerdotes, obispos, diáconos y
seglares a identificarnos con cristo,
seguir su modelo en toda las dimensiones de nuestra vida como iglesia en
la forma en que se debiera ser en todos sus elementos litúrgicos y en todas sus
manifestaciones como pueblo de Dios.
Identificarse con cristo, nos dice el santo
padre es siempre obediencia a su palabra y la iglesia de hoy
necesita de sus sacerdotes y de todos los religiosos y religiosas, para que se
identifiquen con el mundo y su circunstancias presentes y no renunciar a su
compromiso con Cristo. Ese es el llamado que el Santo Padre Francisco hace a
toda la Iglesia. Nuestra Iglesia necesita de sus sacerdotes y nosotros debemos
rezar por nuestros sacerdotes, para que vivan ese espíritu de Cristo, consagrados
a Cristo obediente a su palabra y que sean verdaderos imitadores de Cristo, es la
verdadera nueva evangelización, que empieza en casa y sigue en casa, en el seno
de la iglesia. Debemos hermanos rezar por nuestros sacerdotes, para que no
pierdan su fe, para que sigan el camino que Dios les ha puesto a caminar. El
llamado de la nueva evangelización es para todos y para todas, religiosos y
religiosas, la convocatoria a ser fiel al llamado de Dios, para terminar con
los sufrimientos que le ocasionamos al señor con todas nuestras infidelidades y
traiciones. Conste que yo no estoy juzgando a nadie. Solo simplemente algunas
reflexiones.
Hermanos todos compartimos por nuestro
bautismo la misión sacerdotal de Cristo, es mi llamado a que meditemos
profundamente sobre este particular para que verdaderamente nos comprometamos
en ser hijos verdaderos de Dios, en una vida cristiana autentica y genuina llena
de Dios, para nuestro bien. Haciendo a Cristo presente en nuestra propia vida,
fieles a sus palabra para que el reine para siempre en nuestro corazones en nuestras almas. La nueva evangelización
para revestirnos de Cristo y alcanzar la
salvación eterna.
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