La
tolerancia y el respeto en la discusión política.
Prof.
Pedro N. Gonzalez
La política en Puerto Rico, un escenario de
intolerancia y de falta de respeto, donde se denigra al gobernante con toda
clase de apetitos y de palabras llenas de odio y de falta de sensibilidad, un
debate violento, deshumanizante y estéril. La discusión sobre la reforma
contributiva, se ha cargado de desinformación, de demagogia y de politiquería,
que no nos permite adelantar en nada la causa de Puerto Rico. Nuestro pueblo se
está dirigiendo a pasos agigantados
hacia la ingobernabilidad. Yo quisiera tomar unos momentos para hacer un
llamado a la sensatez, a la concordia al respeto y la tolerancia en la discusión
de este asunto.
Y es que
el fanatismo político nubla todo sentido de lo que representa el
principio de la tolerancia y el respeto a la ideas de los demás. En nuestra
cultura política se ha perdido todo el sentido de tolerancia, vivimos una
guerra cuerpo a cuerpo cargado de odio y de mucho resentimiento. Así que hay
que sacar tiempo para detenernos y ver de qué manera podemos evitar el
descalabro de nuestra sociedad.
Hay que retomar con seriedad el que seamos más
tolerantes unos con otros, pues en nuestro país cuando hablamos de tolerancia
pensamos que se trata de renunciar a nuestro derecho de defender nuestras
ideas, ya que el principio de la tolerancia es difícil de precisar. Comencemos
entonces a tratar de definir lo que realmente significa la tolerancia, ya que
tradicionalmente la hemos definido de diversas formas. Los profesionales en la
conducta humana han coincidido en que la tolerancia es más bien una virtud, un
valor en que se da en forma innata en las personas, que es aprendida por ser
parte de la conducta humana.
Para los sociólogos la tolerancia consiste “en
el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de
nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y mentalidades”. De hecho en
este mundo globalizado que vivimos, la tolerancia se ha convertido en un
principio básico de convivencia pacífica, que ha permitido que personas de
diferentes culturas puedan vivir juntos. De hecho si no fuera por este
principio sería imposible la convivencia pacífica de una sociedad multicultural,
como la que se da en los Estados Unidos.
La tolerancia rompe el cerco del
individualismo que es parte de nuestro sistema social que reside el
individualismo, que de por sí acentúa la indiferencia y la falta de solidaridad
entre las personas. Todos los seres humanos somos diferentes, pero tenemos que
aprender a vivir en comunidad, nosotros
los puertorriqueños tenemos que retomar el principio de tolerancia y aprender a
tolerar unos a los otros, aprender a respetar nuestras diferencias, al fin a cabo, todos somos puertorriqueños, aunque
aspiremos a un Puerto Rico mejor, con diferentes visiones y perspectivas.
La personas que viven el principio de la
tolerancia son personas dignas, respetadas y reconocidas por los demás, ya que
es capaz de aceptar las diferencias y de esta forma se destaca por su capacidad
de incluir a otras personas en su círculo social, de encontrase con otros, aun
a pesar de sus diferencias y que mantiene una mente abierta, y antepone el
respeto en sus relaciones, para que aun sin coincidir con el otro, pueda
empatizar, dialogar y valorar las posturas diferentes a la suya.
Nuestro pueblo tiene que abrir la senda de
la tolerancia para podamos vivir sin tanto odio y tanto resentimiento en especial en todo lo relativo al campo de la
ideología política que tanto nos divide y nos separa, como pueblo, es tiempo ya
de que aprendamos aceptar la diversidad ideológica y política que vive nuestro país
y convivir con ellas como parte de nuestro quehacer social, pues nadie es dueño absoluto de la verdad y siempre
podemos aprender algo de los demás, hasta de nuestros adversarios.
La discusión sobre el asunto del IVA nos ha
dejado claro que nuestro pueblo ha perdido la trayectoria de la tolerancia,
abunda el insulto, el odio y la maldad en todo lo que se hace, para manifestar
nuestro punto de vista, a favor o en contra. Tenemos que aprender tenemos que
estudiar y tomar la experiencia del mundo, cuando se trata de la lucha ideológica
y la intolerancia, que concluyen en la confrontación. El gran humanista Gandhi nos dejó una frase
que debiéramos reflexionar, “Si actuamos haciendo nuestra justica, Ojo por ojo
y el mundo quedará ciego”.
Yo hago un llamado urgente a nuestra gente
buena y decente a revivir la tolerancia y el respeto a la forma de ser y de pensar de
los demás. A adelantar en dialogo y la convivencia pacífica, tenemos mucho
trabajo por delante para construir una
cultura de tolerancia y educarnos más en aquellos valores morales y religiosos
que nos permiten comprender que ante los ojos de Dios todos somos hermanos. Esforcémonos
por aprender a trabajar con las ideas de las demás personas, para extraer lo
mejor de ellas y conectarme sinceramente con la mente y el corazón del otro; la
generosidad que nos permite trascender más allá de nuestros intereses mezquinos
y pensar en lo mejor para Nuestro país más
allá de las fronteras políticas partidistas y promover juntos una agenda como
pueblo.
La tolerancia es el principio. Cada cual es
responsable de lo que hacemos y de lo
que decimos, el tiempo será nuestro juez. La justicia y el amor que deberán ser
la brújula que guie nuestro futuro como
pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario