viernes, 6 de marzo de 2015

La tolerancia y el discurso politico


La tolerancia  y el respeto en la discusión política.
Prof. Pedro N. Gonzalez
La política en Puerto Rico, un escenario de intolerancia y de falta de respeto, donde se denigra al gobernante con toda clase de apetitos y de palabras llenas de odio y de falta de sensibilidad, un debate violento, deshumanizante y estéril. La discusión sobre la reforma contributiva, se ha cargado de desinformación, de demagogia y de politiquería, que no nos permite adelantar en nada la causa de Puerto Rico. Nuestro pueblo se está dirigiendo  a pasos agigantados hacia la ingobernabilidad. Yo quisiera tomar unos momentos para hacer un llamado a la sensatez, a la concordia al respeto y la tolerancia en la discusión de este asunto.
Y es que  el fanatismo político nubla todo sentido de lo que representa el principio de la tolerancia y el respeto a la ideas de los demás. En nuestra cultura política se ha perdido todo el sentido de tolerancia, vivimos una guerra cuerpo a cuerpo cargado de odio y de mucho resentimiento. Así que hay que sacar tiempo para detenernos y ver de qué manera podemos evitar el descalabro de nuestra sociedad.
Hay que retomar con seriedad el que seamos más tolerantes unos con otros, pues en nuestro país cuando hablamos de tolerancia pensamos que se trata de renunciar a nuestro derecho de defender nuestras ideas, ya que el principio de la tolerancia es difícil de precisar. Comencemos entonces a tratar de definir lo que realmente significa la tolerancia, ya que tradicionalmente la hemos definido de diversas formas. Los profesionales en la conducta humana han coincidido en que la tolerancia es más bien una virtud, un valor en que se da en forma innata en las personas, que es aprendida por ser parte de la conducta humana.
Para los sociólogos la tolerancia consiste “en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y mentalidades”. De hecho en este mundo globalizado que vivimos, la tolerancia se ha convertido en un principio básico de convivencia pacífica, que ha permitido que personas de diferentes culturas puedan vivir juntos. De hecho si no fuera por este principio sería imposible la convivencia pacífica de una sociedad multicultural, como la que se da en los Estados Unidos.
La tolerancia rompe el cerco del individualismo que es parte de nuestro sistema social que reside el individualismo, que de por sí acentúa la indiferencia y la falta de solidaridad entre las personas. Todos los seres humanos somos diferentes, pero tenemos que aprender a vivir en  comunidad, nosotros los puertorriqueños tenemos que retomar el principio de tolerancia y aprender a tolerar unos a los otros, aprender a respetar nuestras diferencias, al fin  a cabo, todos somos puertorriqueños, aunque aspiremos a un Puerto Rico mejor, con diferentes visiones y perspectivas.
La personas que viven el principio de la tolerancia son personas dignas, respetadas y reconocidas por los demás, ya que es capaz de aceptar las diferencias y de esta forma se destaca por su capacidad de incluir a otras personas en su círculo social, de encontrase con otros, aun a pesar de sus diferencias y que mantiene una mente abierta, y antepone el respeto en sus relaciones, para que aun sin coincidir con el otro, pueda empatizar, dialogar y valorar las posturas diferentes a la suya.



Nuestro pueblo tiene que abrir la senda de la tolerancia para podamos vivir sin tanto odio y tanto resentimiento  en especial en todo lo relativo al campo de la ideología política que tanto nos divide y nos separa, como pueblo, es tiempo ya de que aprendamos aceptar la diversidad ideológica y política que vive nuestro país y convivir con ellas como parte de nuestro quehacer social, pues nadie  es dueño absoluto de la verdad y siempre podemos aprender algo de los demás, hasta de nuestros adversarios.
La discusión sobre el asunto del IVA nos ha dejado claro que nuestro pueblo ha perdido la trayectoria de la tolerancia, abunda el insulto, el odio y la maldad en todo lo que se hace, para manifestar nuestro punto de vista, a favor o en contra. Tenemos que aprender tenemos que estudiar y tomar la experiencia del mundo, cuando se trata de la lucha ideológica y la intolerancia, que concluyen en la confrontación.  El gran humanista Gandhi nos dejó una frase que debiéramos reflexionar, “Si actuamos haciendo nuestra justica, Ojo por ojo y el mundo quedará ciego”.
Yo hago un llamado urgente a nuestra gente buena y decente a revivir la tolerancia y  el respeto a la forma de ser y de pensar de los demás. A adelantar en dialogo y la convivencia pacífica, tenemos mucho trabajo por delante  para construir una cultura de tolerancia y educarnos más en aquellos valores morales y religiosos que nos permiten comprender que ante los ojos de Dios todos somos hermanos. Esforcémonos por aprender a trabajar con las ideas de las demás personas, para extraer lo mejor de ellas y conectarme sinceramente con la mente y el corazón del otro; la generosidad que nos permite trascender más allá de nuestros intereses mezquinos y pensar en lo mejor para  Nuestro país más allá de las fronteras políticas partidistas y promover juntos una agenda como pueblo.

La tolerancia es el principio. Cada cual es responsable de lo que hacemos y  de lo que decimos, el tiempo será nuestro juez. La justicia y el amor que deberán ser la brújula que  guie nuestro futuro como pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario