viernes, 31 de julio de 2015

A los puertorriqueños nos hace falta mucho coraje, para enfrentar nuestra crisis social, fiscal, económica y política.



A los puertorriqueños nos hace falta mucho coraje, para enfrentar nuestra crisis social, fiscal, económica y política.  No vamos a lograr ningún cambio en nuestra situación si seguimos haciendo lo mismo. Tenemos que buscar alternativas que nos ayuden a enfrentar esta crisis que vive nuestro pueblo y del cual todos somos responsable de una manera u otra. Pero nuestro pueblo tiene historia de cómo enfrentar los tiempos difíciles, debemos convertir esta situación en una gran oportunidad para comenzar de nuevo a hacer las cosas correctamente, debemos de fortalecer nuestra fe en nosotros mismos y en nuestro Dios, para que nos de la fortaleza y la creatividad para superar estos momentos difíciles. Debemos comenzar por ahí por poner nuestra confianza en Dios, que él nos ayudara a superar cualquier tribulación momentánea.

Ahora bien, debemos también buscar la solidaridad y el consenso social, para que juntos como un solo pueblo, podamos encontrar soluciones justas a nuestra situación fiscal. Hay que mantener el diálogo constructivo de todos los sectores políticos, sociales y económicos a fin de poder establecer un plan que se ajuste a nuestra realidad y a nuestras capacidades económicas. Todo el mundo tiene que ajustarse los cinturones y todos tenemos que caminar por el camino estrecho del sacrificio, para enderezar nuestra casa. La crisis que vivimos nos debe guiar a vivir  con mayor reflexión y prudencia, para evitar que nuestra vida se convierta en un constante proceso de entrar y salir de crisis o de cambios inesperado para lo cual no nos hemos preparados adecuadamente. Pues estas situaciones se puede prevenir y evitar y tener planes anticipados para enfrentarlos efectivamente cuando surgen estas situaciones inesperadas. Solo así estaremos adelantando para poder encontrar las soluciones adecuadas,  actuar rápidamente y resolver cualquier crisis que se nos asome como pueblo. Lo importante es tener un plan y saber encontrar  las respuestas  a nuestros problemas.

Ahora es tiempo de reflexionar y de buscar juntos como pueblo las respuestas más correctas a nuestros problemas. Ahí está nuestra oportunidad y nuestra posible respuesta, el consenso y la solidaridad como pueblo, pues la fuerza y el valor de nuestro pueblo está en su gente. Es tiempo de renovar nuestros pensamientos y nuestras ideas, de retomar nuestra lucha y nuestra agenda como un país del cual todos formamos parte y del cual todos somos igualmente responsable, por su futuro. Hay que empezar por ahí, para salir de esta situación tan difícil  hay que comenzar a pensar de manera muy diferente a como hasta ahora hemos actuado pues no podemos pensar que las cosas van a cambiar si nosotros mismos no estamos dispuesto a hacer las cosas de una manera distinta, pues no podemos pretender que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo. Si queremos copiar algo de los Estados Unidos más nos vale copiar su coraje para enfrentar la crisis como la gran depresión de los años treinta y las supero con mucho sacrificio salió adelante, nosotros tenemos la capacidad para también salir adelante. Esta crisis  veámoslo como un gran reto a nuestra creatividad como pueblo. La solidaridad es la solución.

 

martes, 2 de junio de 2015

Puerto Rico un proyecto para un nuevo modelo economico


Un proyecto de desarrollo económico para Puerto Rico

Prof. Pedro N. González

 

El problema económico de Puerto Rico, un problema centenario con muchas vertientes y diferentes escenarios. Manejando la crisis dentro de la crisis, sin soluciones a largo plazo, el problema mayor las variables de control sobre las políticas económicas del país, que inciden en el asunto del debate sobre el estatus político, y la falta de poder para controlar y resolver nuestros problemas económicos. La gente quiere un mayor bienestar, una mejor calidad de vida, pero no están dispuesto a enfrentar el costo de este crecimiento económico y desarrollo social. Es por eso que hoy he querido compartir con ustedes algunos detalles de lo que se conoce como el desarrollo económico y social y cuáles son los aspectos sociales que inciden en este proceso.

Nuestro pueblo tiene una larga experiencia de lo que significa el crecimiento económico, lo vivimos en la época de gloria del Estado Libre Asociado, cuando nuestra economía se transformas de una economía agrícola de mono cultivo a una economía multisectorial e industrializada, nuestra sociedad se transformó y nuestra sociedad alcanzo los más altos estándares de calidad de vida, comparado con los países más desarrollados del mundo, como son Estados Unidos y Canadá. No hay duda  que durante este periodo nuestro país vio un incremento notable de los ingresos, y de la forma de vida de todos los  puertorriqueños. Los indicadores económicos registrados en esa época demostraron un crecimiento significativo en la inversión, el nivel de consumo, generadas por las nuevas estrategias económicas implantadas con este sistema político que nos pusieron en la ventana del mundo como un modelo de crecimiento económico para muchos países Latinoamericanos. Las políticas gubernamentales, o las políticas de fomento al ahorro; todas estas variables son herramientas que se utilizan para medir este crecimiento. Y este crecimiento requiere de una medición para establecer que tan lejos o que tan cerca estamos del desarrollo.

El problema de muchos políticos es que cuando miran el crecimiento económico no puede ver claramente con quien nos vamos a comparar para medir ese crecimiento económico. En nuestro caso particular miramos hacia el caribe y Latinoamérica, por ser economías que tienen ciertas características que son comparable con nuestra economía, no nos podemos comparar con los demás Estados de los Estados Unidos ya que estos tienen características muy distintas de nuestra estructura social y política y además de ser un país totalmente desarrollado.

Así que cuando se desarrolló nuestro modelo económico tomamos como punto de partida un modelo ideal de crecimiento y desarrollo en la que se consideraban aspectos como el bienestar social, la inversión, producción, empleo y por ende al bienestar que nos permitiera impulsar el crecimiento económico de nuestro país.

 

 

 

La base de programa de desarrollo económico que uso Puerto Rico para ese momento histórico se concentró cuatro  áreas primarias:

1.       Crecimiento económico

2.       Productividad y Competitividad

3.       Desarrollo de una nueva infraestructura fiscal y financiera

4.       Integración de nuestra economía al mercado de exportación

Durante este periodo logramos resultados muy exitosos un crecimiento económico sostenido  con una alta productividad y competitividad, una eficiente estructura financiera que nos permitieron posesionarnos efectivamente dentro del mercado doméstico de los Estados Unidos. Lo que nos permitió mejorar los estándares de vida de la sociedad puertorriqueña y tasas altas de crecimiento del ingreso real per cápita durante períodos prolongados. Podemos concluir que fue este periodo donde Nuestro país logro el mayor progreso tecnológico y un crecimiento económico sostenido.

Por primera vez en nuestra historia habíamos tenido un crecimiento sostenido en nuestro Producto interno Bruto. El PIB es el valor de todos los bienes y servicios finales producidos en una economía en un año, los bienes y servicios finales son aquellos que no se usan como insumos en la producción de otros bienes y servicios, sino que los compra el usuario final. Dichos bienes incluyen los bienes de consumos y los servicios, y también los bienes de consumo duraderos nuevos. Cuando medimos el PIB no se incluye el valor de los bienes y servicios intermedios producidos.

Como se logró este cambio en nuestra economía:

Tres aspectos que dieron el impulso a nuestro PIB:

•El crecimiento de la población

•El crecimiento del acervo del equipo de capital

•Los avances de la tecnología

Nuestro pueblo vio  en carne propia el impacto de ascendente del PIB y se manifestó  en un  mejoramiento del nivel de vida de todos los puertorriqueños. Lo vemos todavía en toda nuestra infraestructura, en los miles de nuevos hogares que se construyeron en los cientos y miles de empleos que se crearon en todos los sectores de nuestra economía en comparación con las generaciones que nos antecedieron, como fueron nuestros padres y nuestros abuelos.

Hay gente que quieren apagar nuestra historia para decir que el ELA está fracasado, y que la culpa de nuestros problemas son únicamente por los problemas de ausencia de poder político, yo soy de la opinión que eso no es correcto. El problema de nuestro desarrollo económico está en la forma en que hemos administrado nuestro sistema político y la forma que hemos trabajado con nuestros socios comerciales los acuerdos económicos que nos faciliten ese crecimiento económico que ya habíamos alcanzado.

 


 

La respuesta está en reposicionarnos nuevamente de los mercados que podemos tener mayor acceso de una economía globalizada, hay que revisar nuestro modelo y reestructurarlo para una nueva estrategia de desarrollo económico. La solución está en nuestras manos. Hay que reestructurar el gobierno generar nuevos proyectos que puedan implementarse y desarrollarse a corto plazo que nos den nuevas oportunidades para generar nuevas inversiones, que generen las garantías suficientes en la seguridad de trabajo y empleo,  las transferencias de bienes y servicios y una reforma tributaria que promueva un crecimiento económico y una mayor equidad para toda la sociedad puertorriqueña.

Dejado atrás el asunto de la fracasada reforma contributiva el gobierno tiene que concentrar su esfuerzo, en la creación de empleos, en la reducción del gasto público y en la reingeniería de sus corporaciones  e instrumentalidades públicas, que le permita generar una operación más costo eficiente de los servicios que se le  presta al ciudadano. El gobierno tiene que ajustar su presupuesto, gastar menos y producir más, cosa que se ve muy difícil, para un país tan políticamente dividido. No hay mucho espacio para  cometer errores tácticos, la alternativa de desarrollar acuerdos de iniciativa de alianzas públicos privadas, en ciertas operaciones de servicio público, tendrá primera prioridad, pues ya el gobierno no tiene disponible el capital de inversión necesario para revitalizar las operaciones de corporaciones como la autoridad de energía eléctrica y de la autoridad de carreteras.

El gobierno no le va a quedar más remedio que buscar los mecanismo de renegociar la deuda pública del gobierno, de manera que se pueda hacer un plan para disminuir el costo del repago de sus obligaciones y establecer un programa de amortización de los intereses de la deuda atrasada. Solo de esta manera se podrá salvar el crédito de nuestro país. No es cuestión de incumplir con nuestros acreedores es simplemente que tenemos que buscar mecanismos que nos den espacio para devolver la solvencia económica del gobierno a corto plazo.

El gobierno tiene muchos retos y poco tiempo para implantar una estrategia de concentración y recuperación económica. Es mi opinión que todavía tenemos la capacidad para salvar nuestra situación actual. Ahora le corresponde al liderato político de este país, de todos los partidos políticos, de aportar sus ideas y promover acuerdos y consenso, para adelantar una agenda económica, multisectorial y multipartidista, que ponga los intereses de nuestro pueblo, por encima de las agendas políticas individuales, nos hace falta más desprendimiento y más compromiso con nuestro pueblo. Vamos a ver hasta dónde podemos caminar juntos, aunque no revueltos.

sábado, 30 de mayo de 2015

Politica


La aportación del Dr. Jose Arsenio Torres como Profesor en el campo de las ciencias política

El maestro, el político el analista y comentarista politico
 
Prof. Pedro N. Gonzalez
 
Este extraordinario educador puertorriqueño quien como profesional del campo de las ciencias políticas supo responder al análisis del acontecer político nacional e internacional, con el rigor de un científico, con toda claridad, profundidad, precisión, seriedad y honestidad. Fue siempre un defensor valiente de su dimensión como profesor de esta materia de un compromiso inquebrantable con la democracia, la justicia social, la tolerancia, el respeto a los derechos humanos, la negociación pacífica de los conflictos políticos y la búsqueda permanente de la paz, entre todos los puertorriqueños, promoviendo siempre el dialogo y el consenso social político, fue siempre un fiel defensor de la ética y la moral en la dimensión de la política, del funcionamiento del principio del buen gobierno, del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Tenía un amplio conocimiento de todo el acontecer político, a nivel local, nacional e internacional, era un verdadero profesor de la teoría política, del pensamiento político y de los procesos en las decisiones políticas. Nadie le podía refutar sus argumentos, pues siempre fundamentaba sus posiciones con profundo sentido ético.  Ahí dejo sus huellas permanentes de ser voz primera en el campo de acción de las ciencias políticas.

Nuestro pueblo tiene profunda deuda con este gran maestro, analista y comentarista político, que tanto fruto ha dado en su larga carrera profesional y que hoy se retira como comentarista político. Sus zapatos le quedan muy grandes a cualquiera que lo quiera imitar. So voz seguirá siendo siempre “Voz Primera”.

Hoy simplemente nos despedimos de ti como figura pública, y te damos las gracias por todo lo que nos enseñaste de que por encima de las ideas siempre seremos hermanos, esa herencia que es de lo poco que tenemos, una de nuestras escasas posesiones, porque somos profesionales y de alguna forma comentaristas políticos aficionados en este nuestro querido país. No nos olvidaremos de ti, simplemente te damos permiso para salir de la palestra pública, solo te podemos decir, hasta la próxima, buen amigo, maestro y compañero de lucha.

 

lunes, 25 de mayo de 2015

Los valores morales y la cultura popular


Mi pueblo se transforma, la gente está cargado y abrumada de tanta incertidumbre, los jóvenes viven un mundo aparte, marcado por un gran desinterés por los valores éticos y morales, en toda la extensión de su significado, los jóvenes que piensan  que vivir con reglas no es vivir, donde la libertad se reclama como sumo derecho a vivir como tú quieras, faltándole respeto a todos los demás, sin consideración alguna.

Me preocupa mucho esa percepción errónea de los valores humanos, que se refleja en todo lo ancho de nuestra sociedad, donde se ignora la importancia de estos valores morales y éticos, que fueron trasmitidos por nuestros padres de generación en generación y que dieron sentido de humanidad a nuestra sociedad que marcaban unos estilos de vida de conducta moral más civilizado de un profundo sistema de dignidad aprecio y estimación de  las personas, que convivían con gran sentido de respeto y tolerancia, que se reflejaba en una mejor calidad de vida comunitaria.

Pero hoy vemos una nueva sociedad que se aparta totalmente de esos valores éticos y morales, en todas sus manifestaciones en todo el espacio que nos rodea y que están afectando profundamente la calidad de vida y nuestras relaciones con los demás. Estamos peligrosamente relegando los principios que son el fundamento de nuestra cultura humanista de ser buenos puertorriqueña que nos distinguimos por la bondad, la libertad, la justicia, la tolerancia y La honestidad.

Nos estamos desvinculando de nuestros tradicionales valores religiosos, que son ese espacio sagrado que nos eleva nuestra dimensión como seres humanos, como lo es el amor a Dios y a nuestro prójimo y que nos permite encontrar la verdad y el conocimiento de esos valores éticos que rigen nuestra conducta como personas, de bien que nos ubica como hijos de Dios y hermanos de Cristo en toda nuestra dimensión como personas en armonía con toda la sociedad y con uno mismo. Que define nuestra conducta moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.

 

Me preocupa mucho esa nueva juventud y su pobre visión de lo que son los  valores morales, pues son estos jóvenes la base de todo pueblo y los que en un futuro no muy lejano tomaran las riendas de nuestro de nuestra sociedad, pues un joven que tenga los principios morales correctos, llevara a su pueblo a la superación y crecimiento en todos los ámbitos de este, pero si por el contrario tiene una visión incorrecta de la moral su efecto será desastroso para nuestro pueblo.

Los padres tenemos la obligación de retomar el control de la educación y la formación de nuestros jóvenes y adolescentes de manera que podamos ofrecerles una mejor calidad de vida hacia el futuro. Tenemos que trasmitirles esos valores universales que son la base de nuestra sociedad, como lo es la honestidad, el sentido de dignidad, la libertad y el respeto a los demás, aun cuando los demás no piensen como yo pienso, eso es tolerancia, que tanta falta nos hace para que vivamos en paz y armonía en nuestro pueblo.

Vivir bien no es contrario a vivir con reglas. El gran escritor Michel de Mortaje decía "La verdadera libertad consiste en el dominio absoluto de sí mismo". Todos los excesos son malos, tenemos que aprender a ser moderados. Y mostrar gratitud a los demás, hay que aprender a dar las gracias, cuando recibimos algo en forma gratuita.

 

Hay que aprender que nadie es lo suficientemente pequeño o pobre para ser ignorado. Y sobre todo tenemos que enseñarles a nuestros hijos la capacidad para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente. Para que sepan que deben tener sumo cuidado y atención en todo lo que  hacen o deciden. Pues según J.W. Goethen : "Pensar y obrar, obrar y pensar es la suma de toda sabiduría”.

Si tomamos la responsabilidad de educar mejor a nuestros jóvenes, el futro de nuestro pueblo, será muy prometedor, pues la juventud es la esperanza de nuestro futuro, hagamos que brille en ella la luz de la fe, el amor y el perdón.

domingo, 15 de marzo de 2015

Reflexion sobre el amor a los padres

Cuaresma es tiempo de reflexión, tiempo de cambio, tiempo de renovación, tiempo para mirarnos en nuestro interior y ver las cosas que necesitamos cambiar, para vivir como auténticos hijos de Dios, y el amor al prójimo como a nosotros mismos.
Un llamado a la compasión y la misericordia hacia nuestros seres queridos.
Hace unas semanas mientras participaba de la santa misa, el celebrante nos hizo una pregunta bien interesante, como parte de su homilía. ¿Hasta donde llega la responsabilidad de los hijos, cuando los padres ya están viejos y no pueden valerse por sí solos? Sera solo amarlos en la distancia, darle una llamadita, enviarle alguna cartita o un pequeño regalito para cubrir sus necesidades más apremiantes.
Seguidamente el sacerdote Concluye” Lamentablemente nuestra sociedad ha creado la idea general de que como ya están viejos, ya no sirven para nada, que estorban, que huelen, y que les corre la sangre muy despacio, que simplemente son un problema muy complicado, muy difícil de resolver.
Lo triste de este pensamiento que permea en toda la sociedad moderna, dentro de la cultura americana, es que deja en el olvido todo lo que  tus padres hicieron por ti cuando tu era un niño o una niña,  ellos te dieron la vida, te cuidaron, te protegieron, te educaron, te guiaron y te dieron tu formación como ser humano, entonces, nos  pregunta nuevamente, ¿dónde está tu deber para con ellos?
Salí de aquella misa y llame a mi mama que vive solita a los noventa años, que alegría sentir que Dios todavía me ha permitido disfrutar de su presencia  y de la experiencia de poder compartir con ella, mis penas, mis alegrías y que ella sepa que aun en la distancia yo también me preocupo de sus penas, de sus tristezas, de sus preocupaciones, de su salud, pero lo más importante de dejarle saber que ella es importante en mi vida. Realmente la predicación de aquel sacerdote había tocado muy dentro de mi ser esa fibra interior que a veces nos hace insensible a la tristeza de nuestros seres queridos, que tienen tanta necesidad de sentirse amados por sus seres más queridos, sus hijos, sus nietos, sus familiares y como poco a poco les vamos relegando, y distanciándonos de ellos, sin querer, envueltos en nuestros propios problemas y cargada agenda, que les deja a ellos en el último lugar de nuestras prioridades  hasta que finalmente muchas veces se nos olvida que ellos necesitan de nosotros. ¿Que ironía tiene la vida?
Por muchos años compartí con mi esposa la gran tarea de cuidar a mi suegro hasta su fallecimiento por motivos de salud, les confieso que no fue una tarea fácil, fue muy complicado, y el proceso cometimos muchos errores, pues como seres humanos, uno a veces falla en su toma de decisiones, pero a pesar de todo, Dios nos dio la sabiduría y la paciencia para cumplir con esa gran responsabilidad, que aún muchos años después marca nuestras vidas de forma muy particular. Creo que fue un gran acto de amor y un deber moral para una persona tan especial como mi suegro. Pues había sido un extraordinario padre, que siempre cumplió con su misión de amar a sus hijos.

Durante todo este proceso aprendimos la importancia de esa relación que debe darse entre padres e hijos, que muchas veces pasa desapercibida en nuestra sociedad, tan complicad, sofistica y materialista, que deja fuera del entorno social la palabra agradecimiento y que nos debiera comprometer en devolverles a nuestros padres cuando ya están viejos y solos, ese amor incondicional que ellos nos dieron cuando nosotros más lo necesitamos y no abandonarlos, a su suerte, sino también de hacerles sentir amados, queridos, hacerles sentir que son parte de nuestras vidas, que siguen siendo importantes y que queremos que ellos formen parte de nuestra vida, como ellos hicieron con nosotros cuando nos criaban.
Si nuestros viejos débiles, enfermos, maniáticos, dominantes y exigentes, no son un estorbo, y no deben ser vistos como una pérdida de tiempo para nosotros, son parte de nuestra obligación para quienes no dieron todo cuando más lo necesitamos. Debemos retomar más en serio esta obligación para con nuestros seres queridos, es tiempo de que ellos sientan con nuestros actos y nuestra dedicación que siguen siendo personas muy importantes en nuestras vidas y que aunque físicamente a lo mejor ya no pueden hacer mucho, su amor, su afecto y su presencia es importante para cada uno de nosotros. Hay que ponerlos en nuestra cargada agenda personal, pues cuando ellos no estén entonces, nos vamos a sentir muy triste, por no haber tenido tiempo, para compartir con ellos. Cuando más lo necesitaban de sus seres queridos, hay que el esfuerzo para visitarles lo más frecuentemente posible de manera que ellos sepan que sus hijos les aman y no se sientan abandonados, Solo así aportamos a una mejor calidad de vida de nuestros queridos viejos.
Ojala que en nuestra Iglesia surjan más grupos que tengan como meta el visitar en los hogares a aquellas personas que  necesitan de compañía, Que la Madre de Dios, María consuelo de los afligidos nos anime a visitar a aquellos que están solos y enfermos en su casa. Como meta de esta cuaresma debemos prometernos a nosotros mismos reflexionar sobre la importancia del amor para con nuestros padres, pues el Amor es algo que se necesita a cualquier edad o bajo cualquier circunstancia y más aún cuando uno ya no es tan joven. Si es importante respetar la independencia de nuestros padres, pero debemos evitar justificarnos nuestro propio egoísmos e individualismo, hay que fomentar más la solidaridad y amor al prójimo sobre todo cuando se trata de nuestros padres. 

martes, 10 de marzo de 2015

dialogo, consenso y el IVA


El dialogo y el consenso son la mejor alternativa, para producir resultado favorables para nuestro país.
Prof. Pedro N. Gonzalez
La discusión sobre la reforma contributiva, ha abierto en nuestro país un proceso de discusión y de entendimientos entre distintos sectores de nuestra economía, que nos dan la oportunidad de producir buenos resultados para nuestra país, pues hay que entender que la democracia solo se construye sobre las bases del dialogo, el consenso y la tolerancia. Este lastimoso asunto tiene que dar paso a la convergencia de las ideas para construir un ambiente de  confianza y respeto y la certidumbre de que podemos como pueblo unir esfuerzos y encontrar objetivos comunes que nos permitan fortalecer nuestras instituciones y creando mecanismo que fortalezcan nuestra cultura democrática de toma de decisiones.
Es de esta manera que nuestro pueblo puede tener unas mejores  expectativas en el diálogo social en el que todos los sectores, políticos, económicos, sociales, financieros, trabajadores, patronos, empresarios y el gobierno se puedan poner de acuerdo sobre como adelantar en forma equitativa el progreso y desarrollo de nuestra país, con IVA o sin IVA, tenemos que atender la crisis financiera que vive nuestro país. Todos tenemos un papel muy importante en este proceso.
El gobierno ha presentado un proyecto de reforma contributiva, que está siendo discutido en la rama legislativa, la gente tiene grandes interrogantes sobre el proyecto y su efectividad para atender nuestra precaria situación financiera y por ende nuestra economía. El tiempo se nos está acabando, cada día cuenta, la gran mayoría de las personas que se oponen, han manifestado su desacuerdo, pero pocas alternativas para atender nuestra delicada situación financiera. El gobernador tiene que tener mayor empatía con su pueblo, es tiempo de reflexionar cada cual en su postura, tal vez sea el momento más oportuno para crear un nuevo proyecto, que sea más atractivo a la presente propuesta gubernamental.
Creo que la bola está ahora en la cancha de la legislatura, quien tiene la obligación de evaluar todo lo que se ha expuesto dentro de las vistas legislativas de las diferentes comisiones que están pasando juicio sobre esta propuesta. Tal vez sea oportuno crear un sistema hibrido, que permita más tiempo al pueblo para educarse sobre el nuevo sistema y darle los mecanismos al secretario de hacienda para trabajar en forma escalonada con el cambio al sistema del IVA, creando mecanismos tributarios alternos, que garanticen la captación de los recaudos que el gobierno necesita a corto plazo.
Nuestra economía necesita grandemente de empleos creados en el sector privado y tenemos mucho que mejorar las condiciones de nuestro mercado laboral. Para mejorar esta situación es necesario que la reforma contributiva provea los mecanismos que incentiven esa creación de empleos, estoy totalmente convencido que es el momento adecuado para producir negociaciones en el dialogo multisectorial de nuestro país y esta legislatura tiene un papel fundamental en lograr estos resultados.




La  reforma tiene que estar encaminada a garantizar la mejor situación económica y financiera de nuestra clase trabajadora y de nuestra clase media que es la que hasta ahora paga el costo de los recaudos en nuestro país. No hay otra alternativa esta legislatura tiene que dar paso a ese proceso diálogo, concertación y consenso, que nos permita dar un impulso a nuestro desarrollo y crecimiento económico, Ahí nos va la vida como pueblo. El resultado de este proceso legislativo tiene que concluir ofreciéndole al país un nuevo instrumento que sea capaz de sentar las bases para el futuro desarrollo empresarial y económico de nuestro país. Para que esta reforma sea verdaderamente el verdadero motor de la transformación económica que necesita malamente nuestro país. La convergencia, el diálogo y la búsqueda de consenso, son necesarios para aprobar una reforma que le sirva bien a todos los puertorriqueños, indistintamente su ideología política, su condición social o financiera.
Aprobar la reforma sin consenso nos llevaría al caos y al fracaso.


viernes, 6 de marzo de 2015

La tolerancia y el discurso politico


La tolerancia  y el respeto en la discusión política.
Prof. Pedro N. Gonzalez
La política en Puerto Rico, un escenario de intolerancia y de falta de respeto, donde se denigra al gobernante con toda clase de apetitos y de palabras llenas de odio y de falta de sensibilidad, un debate violento, deshumanizante y estéril. La discusión sobre la reforma contributiva, se ha cargado de desinformación, de demagogia y de politiquería, que no nos permite adelantar en nada la causa de Puerto Rico. Nuestro pueblo se está dirigiendo  a pasos agigantados hacia la ingobernabilidad. Yo quisiera tomar unos momentos para hacer un llamado a la sensatez, a la concordia al respeto y la tolerancia en la discusión de este asunto.
Y es que  el fanatismo político nubla todo sentido de lo que representa el principio de la tolerancia y el respeto a la ideas de los demás. En nuestra cultura política se ha perdido todo el sentido de tolerancia, vivimos una guerra cuerpo a cuerpo cargado de odio y de mucho resentimiento. Así que hay que sacar tiempo para detenernos y ver de qué manera podemos evitar el descalabro de nuestra sociedad.
Hay que retomar con seriedad el que seamos más tolerantes unos con otros, pues en nuestro país cuando hablamos de tolerancia pensamos que se trata de renunciar a nuestro derecho de defender nuestras ideas, ya que el principio de la tolerancia es difícil de precisar. Comencemos entonces a tratar de definir lo que realmente significa la tolerancia, ya que tradicionalmente la hemos definido de diversas formas. Los profesionales en la conducta humana han coincidido en que la tolerancia es más bien una virtud, un valor en que se da en forma innata en las personas, que es aprendida por ser parte de la conducta humana.
Para los sociólogos la tolerancia consiste “en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y mentalidades”. De hecho en este mundo globalizado que vivimos, la tolerancia se ha convertido en un principio básico de convivencia pacífica, que ha permitido que personas de diferentes culturas puedan vivir juntos. De hecho si no fuera por este principio sería imposible la convivencia pacífica de una sociedad multicultural, como la que se da en los Estados Unidos.
La tolerancia rompe el cerco del individualismo que es parte de nuestro sistema social que reside el individualismo, que de por sí acentúa la indiferencia y la falta de solidaridad entre las personas. Todos los seres humanos somos diferentes, pero tenemos que aprender a vivir en  comunidad, nosotros los puertorriqueños tenemos que retomar el principio de tolerancia y aprender a tolerar unos a los otros, aprender a respetar nuestras diferencias, al fin  a cabo, todos somos puertorriqueños, aunque aspiremos a un Puerto Rico mejor, con diferentes visiones y perspectivas.
La personas que viven el principio de la tolerancia son personas dignas, respetadas y reconocidas por los demás, ya que es capaz de aceptar las diferencias y de esta forma se destaca por su capacidad de incluir a otras personas en su círculo social, de encontrase con otros, aun a pesar de sus diferencias y que mantiene una mente abierta, y antepone el respeto en sus relaciones, para que aun sin coincidir con el otro, pueda empatizar, dialogar y valorar las posturas diferentes a la suya.



Nuestro pueblo tiene que abrir la senda de la tolerancia para podamos vivir sin tanto odio y tanto resentimiento  en especial en todo lo relativo al campo de la ideología política que tanto nos divide y nos separa, como pueblo, es tiempo ya de que aprendamos aceptar la diversidad ideológica y política que vive nuestro país y convivir con ellas como parte de nuestro quehacer social, pues nadie  es dueño absoluto de la verdad y siempre podemos aprender algo de los demás, hasta de nuestros adversarios.
La discusión sobre el asunto del IVA nos ha dejado claro que nuestro pueblo ha perdido la trayectoria de la tolerancia, abunda el insulto, el odio y la maldad en todo lo que se hace, para manifestar nuestro punto de vista, a favor o en contra. Tenemos que aprender tenemos que estudiar y tomar la experiencia del mundo, cuando se trata de la lucha ideológica y la intolerancia, que concluyen en la confrontación.  El gran humanista Gandhi nos dejó una frase que debiéramos reflexionar, “Si actuamos haciendo nuestra justica, Ojo por ojo y el mundo quedará ciego”.
Yo hago un llamado urgente a nuestra gente buena y decente a revivir la tolerancia y  el respeto a la forma de ser y de pensar de los demás. A adelantar en dialogo y la convivencia pacífica, tenemos mucho trabajo por delante  para construir una cultura de tolerancia y educarnos más en aquellos valores morales y religiosos que nos permiten comprender que ante los ojos de Dios todos somos hermanos. Esforcémonos por aprender a trabajar con las ideas de las demás personas, para extraer lo mejor de ellas y conectarme sinceramente con la mente y el corazón del otro; la generosidad que nos permite trascender más allá de nuestros intereses mezquinos y pensar en lo mejor para  Nuestro país más allá de las fronteras políticas partidistas y promover juntos una agenda como pueblo.

La tolerancia es el principio. Cada cual es responsable de lo que hacemos y  de lo que decimos, el tiempo será nuestro juez. La justicia y el amor que deberán ser la brújula que  guie nuestro futuro como pueblo.