Un
proyecto de desarrollo económico para Puerto Rico
Prof.
Pedro N. González
El problema económico de Puerto Rico, un
problema centenario con muchas vertientes y diferentes escenarios. Manejando la
crisis dentro de la crisis, sin soluciones a largo plazo, el problema mayor las
variables de control sobre las políticas económicas del país, que inciden en el
asunto del debate sobre el estatus político, y la falta de poder para controlar
y resolver nuestros problemas económicos. La gente quiere un mayor bienestar,
una mejor calidad de vida, pero no están dispuesto a enfrentar el costo de este
crecimiento económico y desarrollo social. Es por eso que hoy he querido
compartir con ustedes algunos detalles de lo que se conoce como el desarrollo
económico y social y cuáles son los aspectos sociales que inciden en este
proceso.
Nuestro pueblo tiene una larga experiencia
de lo que significa el crecimiento económico, lo vivimos en la época de gloria
del Estado Libre Asociado, cuando nuestra economía se transformas de una
economía agrícola de mono cultivo a una economía multisectorial e
industrializada, nuestra sociedad se transformó y nuestra sociedad alcanzo los más
altos estándares de calidad de vida, comparado con los países más desarrollados
del mundo, como son Estados Unidos y Canadá. No hay duda que durante este periodo nuestro país vio un
incremento notable de los ingresos, y de la forma de vida de todos los puertorriqueños. Los indicadores económicos
registrados en esa época demostraron un crecimiento significativo en la
inversión, el nivel de consumo, generadas por las nuevas estrategias económicas
implantadas con este sistema político que nos pusieron en la ventana del mundo
como un modelo de crecimiento económico para muchos países Latinoamericanos. Las
políticas gubernamentales, o las políticas de fomento al ahorro; todas estas
variables son herramientas que se utilizan para medir este crecimiento. Y este
crecimiento requiere de una medición para establecer que tan lejos o que tan
cerca estamos del desarrollo.
El problema de muchos políticos es que
cuando miran el crecimiento económico no puede ver claramente con quien nos
vamos a comparar para medir ese crecimiento económico. En nuestro caso
particular miramos hacia el caribe y Latinoamérica, por ser economías que
tienen ciertas características que son comparable con nuestra economía, no nos
podemos comparar con los demás Estados de los Estados Unidos ya que estos
tienen características muy distintas de nuestra estructura social y política y
además de ser un país totalmente desarrollado.
Así que cuando se desarrolló nuestro modelo
económico tomamos como punto de partida un modelo ideal de crecimiento y
desarrollo en la que se consideraban aspectos como el bienestar social, la inversión,
producción, empleo y por ende al bienestar que nos permitiera impulsar el
crecimiento económico de nuestro país.
La base de programa de desarrollo económico
que uso Puerto Rico para ese momento histórico se concentró cuatro áreas primarias:
1.
Crecimiento económico
2.
Productividad y Competitividad
3.
Desarrollo de una nueva
infraestructura fiscal y financiera
4.
Integración de nuestra economía
al mercado de exportación
Durante este periodo logramos resultados
muy exitosos un crecimiento económico sostenido con una alta productividad y competitividad, una
eficiente estructura financiera que nos permitieron posesionarnos efectivamente
dentro del mercado doméstico de los Estados Unidos. Lo que nos permitió mejorar
los estándares de vida de la sociedad puertorriqueña y tasas altas de
crecimiento del ingreso real per cápita durante períodos prolongados. Podemos
concluir que fue este periodo donde Nuestro país logro el mayor progreso
tecnológico y un crecimiento económico sostenido.
Por primera vez en nuestra historia
habíamos tenido un crecimiento sostenido en nuestro Producto interno Bruto. El
PIB es el valor de todos los bienes y servicios finales producidos en una
economía en un año, los bienes y servicios finales son aquellos que no se usan
como insumos en la producción de otros bienes y servicios, sino que los compra
el usuario final. Dichos bienes incluyen los bienes de consumos y los servicios,
y también los bienes de consumo duraderos nuevos. Cuando medimos el PIB no se
incluye el valor de los bienes y servicios intermedios producidos.
Como se logró este cambio en nuestra
economía:
Tres aspectos que dieron el impulso a
nuestro PIB:
•El crecimiento de la población
•El crecimiento del acervo del equipo de
capital
•Los avances de la tecnología
Nuestro pueblo vio en carne propia el impacto de ascendente del
PIB y se manifestó en un mejoramiento del nivel de vida de todos los
puertorriqueños. Lo vemos todavía en toda nuestra infraestructura, en los miles
de nuevos hogares que se construyeron en los cientos y miles de empleos que se
crearon en todos los sectores de nuestra economía en comparación con las
generaciones que nos antecedieron, como fueron nuestros padres y nuestros
abuelos.
Hay gente que quieren apagar nuestra
historia para decir que el ELA está fracasado, y que la culpa de nuestros
problemas son únicamente por los problemas de ausencia de poder político, yo
soy de la opinión que eso no es correcto. El problema de nuestro desarrollo
económico está en la forma en que hemos administrado nuestro sistema político y
la forma que hemos trabajado con nuestros socios comerciales los acuerdos
económicos que nos faciliten ese crecimiento económico que ya habíamos
alcanzado.
La respuesta está en reposicionarnos
nuevamente de los mercados que podemos tener mayor acceso de una economía
globalizada, hay que revisar nuestro modelo y reestructurarlo para una nueva
estrategia de desarrollo económico. La solución está en nuestras manos. Hay que
reestructurar el gobierno generar nuevos proyectos que puedan implementarse y
desarrollarse a corto plazo que nos den nuevas oportunidades para generar
nuevas inversiones, que generen las garantías suficientes en la seguridad de
trabajo y empleo, las transferencias de
bienes y servicios y una reforma tributaria que promueva un crecimiento
económico y una mayor equidad para toda la sociedad puertorriqueña.
Dejado atrás el asunto de la fracasada
reforma contributiva el gobierno tiene que concentrar su esfuerzo, en la creación
de empleos, en la reducción del gasto público y en la reingeniería de sus
corporaciones e instrumentalidades públicas,
que le permita generar una operación más costo eficiente de los servicios que
se le presta al ciudadano. El gobierno
tiene que ajustar su presupuesto, gastar menos y producir más, cosa que se ve
muy difícil, para un país tan políticamente dividido. No hay mucho espacio para
cometer errores tácticos, la alternativa
de desarrollar acuerdos de iniciativa de alianzas públicos privadas, en ciertas
operaciones de servicio público, tendrá primera prioridad, pues ya el gobierno
no tiene disponible el capital de inversión necesario para revitalizar las
operaciones de corporaciones como la autoridad de energía eléctrica y de la
autoridad de carreteras.
El gobierno no le va a quedar más remedio
que buscar los mecanismo de renegociar la deuda pública del gobierno, de manera
que se pueda hacer un plan para disminuir el costo del repago de sus
obligaciones y establecer un programa de amortización de los intereses de la
deuda atrasada. Solo de esta manera se podrá salvar el crédito de nuestro país.
No es cuestión de incumplir con nuestros acreedores es simplemente que tenemos
que buscar mecanismos que nos den espacio para devolver la solvencia económica
del gobierno a corto plazo.
El gobierno tiene muchos retos y poco
tiempo para implantar una estrategia de concentración y recuperación económica.
Es mi opinión que todavía tenemos la capacidad para salvar nuestra situación actual.
Ahora le corresponde al liderato político de este país, de todos los partidos políticos,
de aportar sus ideas y promover acuerdos y consenso, para adelantar una agenda económica,
multisectorial y multipartidista, que ponga los intereses de nuestro pueblo,
por encima de las agendas políticas individuales, nos hace falta más
desprendimiento y más compromiso con nuestro pueblo. Vamos a ver hasta dónde
podemos caminar juntos, aunque no revueltos.
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