Puerto Rico, una sociedad que demanda
una urgente, verdadera y profunda transformación social, necesitamos mirar al
mundo en busca algunas alternativas que
se puedan aplicar a nuestra situación particular.
Prof. Pedro N. González, Catedrático Retirado de la UPR
De acuerdo a la opinión los más
famosos y reconocidos estudiosos del campo de la plantificación social en su mayoría
coinciden en que al menos hay cinco variables que son fundamentales en todo
proceso de cambio social. De acuerdo con una publicación reciente de la revista
“The Economist”, estos factores son considerados como las cinco variables de
cualquier ecuación de cambio social. Primero que nada es el concepto de innovación
social, segundo elemento es la capacidad de transformación de dicho componente
social, tercero la colaboración entre los actores de ese componente social
empresas, Gobiernos y sociedad civil para desarrollar mejores productos y
servicios sociales; cuarto factor es la capacidad y viabilidad a largo plazo de
diseñar iniciativas de innovación, orientadas a un cambio sistemático
que rompa el estancamiento económico de manera muy especial a que pueda ser
aprovechada más adelante por otros. Por último la capacidad para desarrollar iniciativas innovadoras en forma sistemática y
continua.
Los autores del artículo dicen que no
hay nuevas soluciones para viejos problemas, solo es que cada situación tiene
que valorar cada tipo de acciones que se puedan aplicar a situaciones
particulares y especiales, ya que los problemas económicos y sociales tiene que
ser visto en su perspectiva global por que la mayoría de los problemas sociales
de un país tiene una tangencia directa con los problemas sociales en los que
inciden iniciativas globales según la
opinión sociales de los investigadores que escribieron el articulo al que hago referencia.
De esta manera los sociólogos estiman
que la sociedad en general enfrenta problemas serios relacionados con el medio ambiente como lo es el problema del cambio climático, o
como por ejemplo los problemas sociales que van desde la pobreza, la educación, la salud, la libertad, la
defensa de los derechos humanos, la
injusticia y la desigualdad económica y la marginación de los más necesitados.
Cada país tiene en si muchos problemas más básicos pero todos incidimos más o menos en los mismos conflictos sociales, que nos llevan de crisis en crisis.La única solución propuesta entonces tiene que ser la generación de un proceso de innovación social generando ideas que a menudo pueden exportarse a otros países y territorio.
Cada país tiene en si muchos problemas más básicos pero todos incidimos más o menos en los mismos conflictos sociales, que nos llevan de crisis en crisis.La única solución propuesta entonces tiene que ser la generación de un proceso de innovación social generando ideas que a menudo pueden exportarse a otros países y territorio.
¿Entonces debemos preguntarnos qué es
un sistema de innovación social?
Un sistema de innovación social es
simplemente el desarrollo de nuevas ideas
que se puedan transformar en proyectos funcionales,
para enfrentar una profunda crisis social particular.
¿Cómo se puede iniciar un proceso de innovación social?
La respuesta no es sencilla, pero es
la forma en que otros países han salido de la crisis.
Hay que buscar el consenso social,
hay que trabajar con alianzas, económicas, sociales y políticas, hay que romper
las luchas fratricidas y crear una agenda de pueblo. Hay que dialogar y hay que
buscar mecanismos que faciliten ese dialogo, para que se convierta en esfuerzo creativo.
Muy difícil para nuestro pueblo que está
profundamente dividido, por los conflictos políticos y por la fogosidad de las
campañas que encienden las pasiones y nublan el entendimiento de la nuestra
gente, que no nos permite ver la realidad en que vivimos y las circunstancias
que genera esta profunda crisis de valores, que nos arrastra al abismo, al desastre
al caos social de la dependencia de ayudas económicas para atender nuestras
necesidades más apremiantes.
Nadie quiere sacrificarse por nada, ni
por nadie, cada cual defendiendo sus propios intereses, salvando lo poco que
podemos obtener.
La única alternativa es construir un
proceso de dialogo y entendimiento para salvar a Puerto Rico del desastre, del hecatombe
económico que se aproxima, si no hacemos lo que hay que hacer ahora.
Vamos a detenernos por un instante y
vamos a enfrentarnos a la realidad, cuando fue la última vez que nuestra economía
creció a más de un cinco por ciento, eso fue en el 1992, el último año de la administración
del Hon Rafael Hernandez Colon. Ese año entrego el gobierno con superávit de más
de 500 millones de dólares en su presupuesto y todos los indicadores económicos
reflejaban una taza de crecimiento, ahí están los informes económicos del
gobierno que confirman lo que aquí yo
digo, eso no es nada más que la verdad. Ocho años del gobierno de Hon Pedro Rosello,
cuatro años del Gobierno de Hon. Síla M. Calderón, Cuatro años del gobierno
compartido de Aníbal Acevedo y Luis Fortuño, cuatro años del gobierno de Luis
Fortuño, nos ha dejado un gobierno en banca rota, el país con la deuda más alta
en todo el continente y con la tasa de participación en el empleo de solo un cuarenta
por ciento y con el nivel más alto de corrupción en la administración publica
en toda su historia.
Mientras tanto se mantiene al pueblo
entretenido en la discusión del estatus político, como aliento de sus
aspiraciones políticas. Mientras que la crisis llega a su momento más crítico.
La paciencia del pueblo tiene su límite,
tenemos que salvar a Puerto Rico ahora. Es tiempo de salir de las trincheras políticas,
deponer nuestras diferencias y buscar mejores alternativas para enfrentar la
crisis, que es de todos y nos afectara a todos por igual. Se puede hacer muchas
cosas, pero nos falta la voluntad.
Podemos comenzar por organizarnos
como sociedad fuera de líneas partidistas, como ciudadanos que queremos para
nuestros hijos un cambio de modelo de una
sociedad que quiere encontrar nuevas ideas para dar respuesta a los problemas
que hoy tenemos que enfrentar, pues solo unido podemos alcanzar un mejor Puerto Rico, un mejor país para los
hijos de nuestros hijos y de las futuras generaciones.
Tenemos
que promover el desarrollo de iniciativas cooperativas que nos permita tener resultados más eficientes, para eso tenemos en nuestro país una
cantidad enorme de herramientas
tecnológicas disponibles para hacer una campaña educativa que produzca los resultados
que necesitamos y promover cambios sociales que faciliten un mejor porvenir
para nuestro país. Nuestra meta tiene que ser salvar a Puerto Rico es
responsabilidad de todos, esa debe ser nuestra primera prioridad ahora. Mañana puede ser muy tarde.
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