sábado, 30 de mayo de 2015

Politica


La aportación del Dr. Jose Arsenio Torres como Profesor en el campo de las ciencias política

El maestro, el político el analista y comentarista politico
 
Prof. Pedro N. Gonzalez
 
Este extraordinario educador puertorriqueño quien como profesional del campo de las ciencias políticas supo responder al análisis del acontecer político nacional e internacional, con el rigor de un científico, con toda claridad, profundidad, precisión, seriedad y honestidad. Fue siempre un defensor valiente de su dimensión como profesor de esta materia de un compromiso inquebrantable con la democracia, la justicia social, la tolerancia, el respeto a los derechos humanos, la negociación pacífica de los conflictos políticos y la búsqueda permanente de la paz, entre todos los puertorriqueños, promoviendo siempre el dialogo y el consenso social político, fue siempre un fiel defensor de la ética y la moral en la dimensión de la política, del funcionamiento del principio del buen gobierno, del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Tenía un amplio conocimiento de todo el acontecer político, a nivel local, nacional e internacional, era un verdadero profesor de la teoría política, del pensamiento político y de los procesos en las decisiones políticas. Nadie le podía refutar sus argumentos, pues siempre fundamentaba sus posiciones con profundo sentido ético.  Ahí dejo sus huellas permanentes de ser voz primera en el campo de acción de las ciencias políticas.

Nuestro pueblo tiene profunda deuda con este gran maestro, analista y comentarista político, que tanto fruto ha dado en su larga carrera profesional y que hoy se retira como comentarista político. Sus zapatos le quedan muy grandes a cualquiera que lo quiera imitar. So voz seguirá siendo siempre “Voz Primera”.

Hoy simplemente nos despedimos de ti como figura pública, y te damos las gracias por todo lo que nos enseñaste de que por encima de las ideas siempre seremos hermanos, esa herencia que es de lo poco que tenemos, una de nuestras escasas posesiones, porque somos profesionales y de alguna forma comentaristas políticos aficionados en este nuestro querido país. No nos olvidaremos de ti, simplemente te damos permiso para salir de la palestra pública, solo te podemos decir, hasta la próxima, buen amigo, maestro y compañero de lucha.

 

lunes, 25 de mayo de 2015

Los valores morales y la cultura popular


Mi pueblo se transforma, la gente está cargado y abrumada de tanta incertidumbre, los jóvenes viven un mundo aparte, marcado por un gran desinterés por los valores éticos y morales, en toda la extensión de su significado, los jóvenes que piensan  que vivir con reglas no es vivir, donde la libertad se reclama como sumo derecho a vivir como tú quieras, faltándole respeto a todos los demás, sin consideración alguna.

Me preocupa mucho esa percepción errónea de los valores humanos, que se refleja en todo lo ancho de nuestra sociedad, donde se ignora la importancia de estos valores morales y éticos, que fueron trasmitidos por nuestros padres de generación en generación y que dieron sentido de humanidad a nuestra sociedad que marcaban unos estilos de vida de conducta moral más civilizado de un profundo sistema de dignidad aprecio y estimación de  las personas, que convivían con gran sentido de respeto y tolerancia, que se reflejaba en una mejor calidad de vida comunitaria.

Pero hoy vemos una nueva sociedad que se aparta totalmente de esos valores éticos y morales, en todas sus manifestaciones en todo el espacio que nos rodea y que están afectando profundamente la calidad de vida y nuestras relaciones con los demás. Estamos peligrosamente relegando los principios que son el fundamento de nuestra cultura humanista de ser buenos puertorriqueña que nos distinguimos por la bondad, la libertad, la justicia, la tolerancia y La honestidad.

Nos estamos desvinculando de nuestros tradicionales valores religiosos, que son ese espacio sagrado que nos eleva nuestra dimensión como seres humanos, como lo es el amor a Dios y a nuestro prójimo y que nos permite encontrar la verdad y el conocimiento de esos valores éticos que rigen nuestra conducta como personas, de bien que nos ubica como hijos de Dios y hermanos de Cristo en toda nuestra dimensión como personas en armonía con toda la sociedad y con uno mismo. Que define nuestra conducta moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.

 

Me preocupa mucho esa nueva juventud y su pobre visión de lo que son los  valores morales, pues son estos jóvenes la base de todo pueblo y los que en un futuro no muy lejano tomaran las riendas de nuestro de nuestra sociedad, pues un joven que tenga los principios morales correctos, llevara a su pueblo a la superación y crecimiento en todos los ámbitos de este, pero si por el contrario tiene una visión incorrecta de la moral su efecto será desastroso para nuestro pueblo.

Los padres tenemos la obligación de retomar el control de la educación y la formación de nuestros jóvenes y adolescentes de manera que podamos ofrecerles una mejor calidad de vida hacia el futuro. Tenemos que trasmitirles esos valores universales que son la base de nuestra sociedad, como lo es la honestidad, el sentido de dignidad, la libertad y el respeto a los demás, aun cuando los demás no piensen como yo pienso, eso es tolerancia, que tanta falta nos hace para que vivamos en paz y armonía en nuestro pueblo.

Vivir bien no es contrario a vivir con reglas. El gran escritor Michel de Mortaje decía "La verdadera libertad consiste en el dominio absoluto de sí mismo". Todos los excesos son malos, tenemos que aprender a ser moderados. Y mostrar gratitud a los demás, hay que aprender a dar las gracias, cuando recibimos algo en forma gratuita.

 

Hay que aprender que nadie es lo suficientemente pequeño o pobre para ser ignorado. Y sobre todo tenemos que enseñarles a nuestros hijos la capacidad para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente. Para que sepan que deben tener sumo cuidado y atención en todo lo que  hacen o deciden. Pues según J.W. Goethen : "Pensar y obrar, obrar y pensar es la suma de toda sabiduría”.

Si tomamos la responsabilidad de educar mejor a nuestros jóvenes, el futro de nuestro pueblo, será muy prometedor, pues la juventud es la esperanza de nuestro futuro, hagamos que brille en ella la luz de la fe, el amor y el perdón.