A los puertorriqueños nos hace falta mucho
coraje, para enfrentar nuestra crisis social, fiscal, económica y
política. No vamos a lograr ningún
cambio en nuestra situación si seguimos haciendo lo mismo. Tenemos que buscar
alternativas que nos ayuden a enfrentar esta crisis que vive nuestro pueblo y
del cual todos somos responsable de una manera u otra. Pero nuestro pueblo
tiene historia de cómo enfrentar los tiempos difíciles, debemos convertir esta
situación en una gran oportunidad para comenzar de nuevo a hacer las cosas
correctamente, debemos de fortalecer nuestra fe en nosotros mismos y en nuestro
Dios, para que nos de la fortaleza y la creatividad para superar estos momentos
difíciles. Debemos comenzar por ahí por poner nuestra confianza en Dios, que él
nos ayudara a superar cualquier tribulación momentánea.
Ahora bien, debemos también buscar la
solidaridad y el consenso social, para que juntos como un solo pueblo, podamos
encontrar soluciones justas a nuestra situación fiscal. Hay que mantener el diálogo
constructivo de todos los sectores políticos, sociales y económicos a fin de
poder establecer un plan que se ajuste a nuestra realidad y a nuestras
capacidades económicas. Todo el mundo tiene que ajustarse los cinturones y
todos tenemos que caminar por el camino estrecho del sacrificio, para enderezar
nuestra casa. La crisis que vivimos nos debe guiar a vivir con mayor reflexión y prudencia, para evitar
que nuestra vida se convierta en un constante proceso de entrar y salir de
crisis o de cambios inesperado para lo cual no nos hemos preparados
adecuadamente. Pues estas situaciones se puede prevenir y evitar y tener planes
anticipados para enfrentarlos efectivamente cuando surgen estas situaciones
inesperadas. Solo así estaremos adelantando para poder encontrar las soluciones
adecuadas, actuar rápidamente y resolver
cualquier crisis que se nos asome como pueblo. Lo importante es tener un plan y
saber encontrar las respuestas a nuestros problemas.
Ahora es tiempo de reflexionar y de buscar
juntos como pueblo las respuestas más correctas a nuestros problemas. Ahí está
nuestra oportunidad y nuestra posible respuesta, el consenso y la solidaridad
como pueblo, pues la fuerza y el valor de nuestro pueblo está en su gente. Es
tiempo de renovar nuestros pensamientos y nuestras ideas, de retomar nuestra
lucha y nuestra agenda como un país del cual todos formamos parte y del cual
todos somos igualmente responsable, por su futuro. Hay que empezar por ahí,
para salir de esta situación tan difícil hay que comenzar a pensar de manera muy
diferente a como hasta ahora hemos actuado pues no podemos pensar que las cosas
van a cambiar si nosotros mismos no estamos dispuesto a hacer las cosas de una
manera distinta, pues no podemos pretender que las cosas cambien si seguimos
haciendo lo mismo. Si queremos copiar algo de los Estados Unidos más nos vale
copiar su coraje para enfrentar la crisis como la gran depresión de los años
treinta y las supero con mucho sacrificio salió adelante, nosotros tenemos la
capacidad para también salir adelante. Esta crisis veámoslo como un gran reto a nuestra
creatividad como pueblo. La solidaridad es la solución.